Según un artículo del Financial Times, China completó en agosto una prueba espacial con un misil hipersónico con capacidad nuclear.
De acuerdo con el reporte, el cohete recorrió la órbita baja de la Tierra y estuvo a punto de completar su misión: quedó solo a 40 kilómetros de donde debía aterrizar.
Hasta el momento, las autoridades chinas han rechazado esta acusación.
Un vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de China negó que se tratara de un misil hipersónico, y aseguró que solo se efectuaron “pruebas rutinarias” para probar tecnologías de reutilización aeroespacial.
Según el artículo, el misil recibe el nombre de DF-17 y tiene como puntos fuertes su hipervelocidad y capacidad de maniobra. De hecho, según los expertos citados por el medio, puede superar, como mínimo, entre siete y ocho veces la velocidad del sonido.
Otro elemento destacado es que puede modificar su trayectoria en pleno vuelo, lo que dificultaría que se pueda calcular su punto de intercepción y rastreo.
Esta noticia causó inquietud entre las autoridades de Estados Unidos, ya que el misil no logró ser detectado por los servicios de inteligencia de aquel país.
De acuerdo con los expertos, el éxito de esta prueba muestra “un progreso asombroso en armas hipersónicas” por parte de la nación asiática, un hito que evidencia que está mucho más avanzada de lo que estimaban en Estados Unidos.
Así, el DF-17 es la esperanza china de instalarse como máxima potencia a nivel militar y tecnológico, algo que es visto con preocupación por las demás potencias del mundo.