Gracias al ya jubilado telescopio Kepler, se ha descubierto una serie de planetas rebeldes que flotan por el espacio sin girar alrededor de ninguna estrella.
Estos planetas se encuentran cerca del centro de la Vía Láctea y fueron descubiertos mediante los datos obtenidos por el telescopio. Son cuatro planetas en total y la información obtenida reveló que tienen una masa similar a la de la Tierra. De acuerdo a lo publicado en Phys, estos planetas pueden haber sido parte de un sistema alrededor de una estrella hasta haber sido expulsados del mismo por la gravedad de otros cuerpos más grandes.
Ahora, una de las curiosidades más grandes tiene que ver con la manera en que estos planetas fueron descubiertos.
En este caso, la existencia de los cuerpos se detectó gracias a lo que se llama microlente gravitacional, un fenómeno descrito por Albert Einstein en su teoría general de la relatividad. En un microlente gravitacional, la luz de una estrella se amplifica por un lapso de tiempo al interactuar con otro objeto, que normalmente puede ser una estrella más grande. Pero un porcentaje muy pequeño de los microlentes gravitacionales es causado por un planeta flotante.
Durante dos meses en el año 2016, el Kepler observó un campo de estrellas cerca del centro de la galaxia cada 30 minutos, lo que trajo como resultado la existencia de estos cuatro planetas errantes. Los científicos explican que dicho telescopio no fue diseñado para detectar este tipo de fenómenos, por lo que el descubrimiento es como encontrar una luciérnaga en una autopista, usando un celular.
Pero si el Kepler pudo hacerlo sin haber sido diseñado para ello, se espera que en el futuro otras misiones espaciales se dediquen exclusivamente a encontrar planetas similares, que vagan por el espacio siendo rebeldes y sin obedecer a la gravedad de ninguna estrella.