La misión Artemis de la NASA posibilitará la llegada de la primera mujer a la Luna, así como el regreso de un astronauta al satélite natural de la Tierra.
La misión utilizará una nueva plataforma orbital denominada Lunar Gateway, que será una estación espacial permanente desde donde los módulos reutilizables llevarán a los astronautas a la Luna.
En la actualidad, investigadores de Skoltech y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollan distintos modelos que evalúan las mejores opciones de aterrizaje humano para la futura Artemis.
El equipo valora varias opciones para el aterrizaje. En primer lugar, definieron el conjunto de decisiones arquitectónicas clave que debían tomarse, como el número de etapas y el tipo de propulsor necesario en cada etapa del módulo de aterrizaje.
También organizaron la información en modelos matemáticos y llevaron a cabo una exhaustiva exploración computacional de las arquitecturas alternativas del sistema procedentes de la combinación de las diferentes decisiones arquitectónicas.
Su análisis demostró que, para los sistemas de aterrizaje prescindibles como los usados en el programa Apolo, la arquitectura de dos etapas en la más ventajosa, ya que presenta unas masas secas y cargas de propulsor inferiores, además de un costo de lanzamiento por misión más bajo.
“Curiosamente, nuestro estudio concluye que, incluso con la estación en órbita, si se consideran los vehículos totalmente prescindibles, el sistema de aterrizaje de dos etapas (tipo Apolo) sigue teniendo menores masas y, por tanto, menores costos, lo que en cierto modo reconfirma la decisión de Apolo”, señala Kir Latyshev, estudiante de maestría de Skoltech.