En la Luna no hay oxígeno respirable inmediatamente al alunizar —lo que se ha comprobado con más de una decena de misiones espaciales—, pero eso no es impedimento para usar el suelo lunar y producir oxígeno. A eso apunta una empresa israelí llamada Helios, que ya trabaja con la agencia espacial de ese país para que el proyecto sea viable en el mediano plazo.
Helios desarrolla un sistema llamado electrólisis de regolito fundido, que derrite el terreno lunar a 1,600 grados Celsius. Una vez derretido, y mediante un proceso de electrólisis, finalmente se produce el oxígeno. Helios tiene como objetivo producir este elemento químico no solo con la arena lunar, sino también con el suelo de Marte mediante el uso de un reactor que “operará sin depender de la Tierra”, según se lee en su sitio web.
Si todo resulta como se espera, podría lograrse un gran avance en cuanto a las misiones espaciales que tienen en el oxígeno —o mejor dicho, en la falta del mismo— una de las principales limitantes. Y si bien ya se han realizado pruebas, todavía hay algunas interrogantes respecto a cómo funcionaría el equipamiento en un entorno de menor gravedad, como en la Luna.
Sin embargo, ya hay un plan en marcha que debería ejecutarse el próximo año. Según el reporte de The Times of Israel, las pruebas comenzarán en dos futuras misiones espaciales en las que Helios trabaja con algunos socios cuyos nombres aún no se conocen. Hacia finales de 2022 debería despegar al espacio la primera, y en 2025, la segunda.
La producción de oxígeno en la Luna significaría un gran impulso para la exploración espacial. Con frecuencia se habla de utilizar el satélite como primera parada antes de continuar hacia el espacio y un sistema de producción de oxígeno como el de Helios serviría para materializar los sueños de Elon Musk, SpaceX, la NASA y el resto de agencias espaciales que miran hacia el universo.