Un flujo de agua turquesa fusionándose con algo blanco que parece ser nieve, es la bella imagen aérea que nos muestra el satélite Copernico el pasado 22 de julio. Sin embargo, por muy bella estéticamente que se vea la imagen, es dramática, porque deja de manifiesto el derretimiento del hielo en Groenlandia por causa del calentamiento global.
La temperatura este verano boreal ha sido complicada para Groenlandia, en algunas partes del país, las temperaturas rondaron los 60 grados Fahrenheit (15.5 grados Celsius), más de 10 grados más cálidas que el promedio de julio, según un informe de CNN.
Esas temperaturas inusualmente altas provocaron el derretimiento de nieve y hielo a gran escala a través de la capa de hielo de Groenlandia. En solo tres días, del 15 al 17 de julio, la masa terrestre perdió alrededor de 18 mil millones de toneladas de agua.
Toda esa agua de deshielo llevaba consigo decenas de miles de años de sedimentos glaciares. Los parches opacos de color masilla que sangran en el fiordo azul brillante visible en la imagen satelital son ese sedimento (efectivamente, lodo glacial) que se dirige hacia el Mar de Labrador.