Existe un mito muy arraigado, de que los sombreros de aluminio ayudarían a la gente a permanecer oculto a los radares satelitales, y esa falacia es lo que alimentó a un artista y activista bielorruso llamado Vladislav Bokhan, quien se hizo pasar por un funcionario del partido gobernante Rusia Unida, enviando lo que parecía ser una directiva del gobierno a las escuelas instruyendo a los maestros a fabricar el sombrero «protector», apodado el «casco de la patria» y con la bandera rusa para mantenerlos a salvo de los satélites de la OTAN.
Según cuenta TVP World de Polonia, el llamado del activista fue realizado por Telegram en julio, alentando a los profesores a enviar fotos con sus trabajos. Los maestros de siete escuelas obedecieron las instrucciones y presentaron pruebas de sus gorros de aluminio.
En una de ellas, se ve a un maestro con el sombrero y diciendo: «Que el casco que hacen con sus propias manos se convierta en un medio de protección contra los enemigos extranjeros de nuestro maravilloso país».
Un portavoz del Ministerio de Educación local elogió a los maestros por su orgullo nacional, diciendo que habían sido «objeto de una broma inapropiada», pero que habían «demostrado espíritu patriótico, fuerte dedicación y un enfoque creativo para cualquier tarea», informó Radio Free Europe.
El mito del aluminio
El mito de los sombreros de aluminio se remonta a la narrativa de ciencia ficción de principios del siglo XX y ha persistido en la cultura popular como un símbolo de paranoia y teorías conspirativas. La idea sugiere que usar un sombrero hecho de papel de aluminio podría proteger el cerebro de influencias externas, como el control mental o la lectura de pensamientos. Aunque esta noción ha sido desmentida científicamente, sigue siendo un estereotipo para representar la desconfianza hacia las autoridades o la preocupación por la privacidad mental. En la realidad, la eficacia de un material para bloquear la radiación electromagnética depende de su grosor y la frecuencia de las ondas; el papel de aluminio común no proporciona la protección que algunos creen.