Un grupo de investigadores observó cómo una joven estrella denominada EK Draconis expulsó una ráfaga de energía y partículas de una magnitud nunca antes registrada en el sistema solar.
Este trabajo, que fue publicado en Nature Astronomy, explora un fenómeno que se conoce como eyección de masa coronal, también conocido como tormenta solar.
De acuerdo con los autores de la investigación, si una eyección de masa coronal golpea la Tierra, el impacto podría destruir los satélites en órbita y apagar las redes eléctricas que alimentan a ciudades enteras.
“Las eyecciones de masa coronal pueden tener un grave impacto en la Tierra y en la sociedad”, asegura Yuta Notsu, investigador del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (LASP) de la Universidad de California en Boulder.
Según la investigación, este tipo de eyecciones incluso pueden ser mucho peores. Por lo mismo, sirven como una advertencia de lo peligroso que puede ser el clima en el espacio.
“Este tipo de eyección de masa tan grande podría, en teoría, ocurrir también en nuestro sol”, agrega Notsu.
“Esta observación puede ayudarnos a entender mejor cómo eventos similares pueden haber afectado a la Tierra e incluso a Marte durante miles de millones de años”.
Los científicos centraron sus esfuerzos en el estudio de la estrella EK Draconis, que tiene casi el mismo tamaño que el Sol, pero solo con 100 millones de años de edad, por lo que aún es joven para los astrónomos.
“Es el aspecto que tenía nuestro sol hace 4,500 millones de años”, explica el investigador Notsu.