SpaceX lanzó su vehículo Starship por segunda vez el sábado. A diferencia del primer vuelo de prueba del cohete más poderoso del mundo en abril, que terminó en una espectacular bola de fuego solo unos minutos después del lanzamiento, esta vez la nave espacial Starship de segunda etapa logró separarse con éxito del propulsor Super Heavy de la primera etapa. Sin embargo, unos minutos más tarde, el propulsor explotó durante su descenso, mientras que la nave espacial tampoco pudo completar su vuelo.
Aún así, SpaceX calificó la misión como un éxito por haber logrado la separación de etapas y utilizará los datos recopilados para mejorar el sistema de vuelo para el tercer vuelo de prueba.
Pero no era solo el cohete lo que los ingenieros de SpaceX estaban evaluando. También estaban ansiosos por ver cómo el nuevo diseño de la plataforma de lanzamiento resistía la enorme presión y fuerza desatada por el propulsor Super Heavy cuando despegó de las instalaciones Starbase de SpaceX en Boca Chica, Texas.
Resulta que lo hizo bastante bien, ya que Elon Musk dijo en X (antes Twitter) el domingo que la plataforma estaba en «excelentes condiciones» y que no era necesaria ninguna remodelación para el próximo vuelo.
Just inspected the Starship launch pad and it is in great condition!
No refurbishment needed to the water-cooled steel plate for next launch.
Congrats to @Spacex team & contractors for engineering & building such a robust system so rapidly! pic.twitter.com/py5m1uhtEi
— Elon Musk (@elonmusk) November 19, 2023
Esa es una mejora significativa con respecto al primer vuelo de prueba en abril, en el que los 33 motores Raptor del Super Heavy destruyeron por completo la plataforma de lanzamiento, enviando concreto y otros escombros sobre una gran área.
El diseño de la plataforma de lanzamiento incluía lo que Musk había descrito anteriormente como un nuevo «mega panqueque de acero» que se combina con el sistema de diluvio de agua para ofrecer protección contra los 17 millones de libras de empuje generados por el propulsor Super Heavy durante el despegue.
Tras la misión de prueba del sábado, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo que no se habían reportado heridos ni daños a la propiedad como resultado de las explosiones en el aire. La FAA ahora supervisará una investigación dirigida por SpaceX sobre la misión antes de decidir las condiciones necesarias para un tercer vuelo de prueba.