Hablar de miles o millones de años en términos humanos es muchísimo y es difícil alcanzar a imaginarlo; pero no lo es tanto al trasladarlo a temas relacionados con el espacio. En este sentido, en comparación con el resto del universo, que tiene alrededor de 13,800 millones de años, el sistema solar es «joven», con sus 4,500 millones de años.
Pero lo más sorprendente es la rapidez con la que se formó el sistema solar. Según una investigación publicada en la revista Science, tras analizar meteoritos antiguos, se llegó a la conclusión de que se necesitaron menos de 200,000 años para que se formaran el Sol y los planetas, incluida la Tierra.
Para poder comprender mejor qué tan rápido fue este proceso, los científicos lo han comparado con el tiempo que lleva la especie humana en la Tierra, es decir, 100,000 años más.
Este hallazgo ha sorprendido a los astrónomos, pues con base en el estudio de otros sistemas similares, se esperaba que el proceso del sistema solar hubiera tomado de 1 a 2 millones de años.
Greg Brennecka, autor principal del estudio y cosmoquímico del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, explicó que, para realizar la investigación, se fecharon diferentes partes de meteoritos antiguos (al igual que los investigadores fechan las capas de roca en la Tierra) y encontraron secciones vinculadas al proceso de formación del Sol y los planetas.
“Si escalamos todo esto a la vida humana, la formación del sistema solar se compararía con un embarazo que dura aproximadamente 12 horas, en lugar de 9 meses”, dijo Brennecka.