Un grupo de astrónomos descubrió la enana blanca más pequeña y masiva jamás vista. Recibió el nombre de ZTF J1901+1458 y se encuentra a unos 130 años luz de la constelación del Águila.
De acuerdo con los investigadores, tiene unos 100 millones de años, una rotación extrema y un campo de unos mil millones de veces más poderoso que el Sol.
De acuerdo con Ilaria Caiazzo, investigadora asociada especialista en astrofísica teórica en el Instituto de Tecnología de California, se trata del núcleo colapsado ultradenso de una estrella con “una masa mayor que la de nuestro Sol en un cuerpo del tamaño de nuestra Luna”.
Los investigadores también calculan que tendría cerca de 1.35 veces la masa del Sol en apenas 4,280 kilómetros de diámetro. Su masa está al borde del máximo que puede tener una estrella enana blanca antes de volverse tan inestable que explote en una supernova.
Caiazzo además pudo concluir junto a su equipo que la enana blanca sería producto de la fusión de dos enanas blancas más pequeñas.
Por último, los científicos creen que la enana blanca fusionada puede ser lo suficientemente masiva como para evolucionar hacia una estrella muerta rica en neutrones.
“Esto es muy especulativo, pero es posible que la enana blanca sea lo suficientemente masiva como para seguir colapsando hasta convertirse en una estrella de neutrones”, agrega Caiazzo.
“Es tan masiva y densa que, en su núcleo, los electrones están siendo capturados por los protones de los núcleos para formar neutrones. Como la presión de los electrones empuja contra la fuerza de la gravedad, manteniendo la estrella intacta, el núcleo colapsa cuando se elimina un número suficientemente grande de electrones”.