La Vía Láctea cuenta con cierta deformación que la hace una galaxia “retorcida”. Lo mismo ocurre con muchas otras galaxias en el universo.
Según los expertos, solo entre el 50 y el 70 por ciento de las galaxias espirales como la nuestra tiene un ligero giro de este tipo.
Ahora, y luego de varios años de estudio, científicos del Sloan Digital Sky Survey han logrado observar en detalle la “deformación” de nuestra galaxia.
“Nuestra imagen habitual de una galaxia espiral es como un disco plano, más delgado que un panqueque, girando pacíficamente alrededor de su centro”, señaló Xinlun Cheng de la Universidad de Virginia, principal autor del estudio.
¿Cómo lo consiguieron?
Gracias al uso de datos de las posiciones y movimientos de los objetos en el cielo nocturno, los científicos lograron construir por primera vez una imagen detallada de esa deformación.
Además de certificar que está “retorcida”, los autores descubrieron que la propia deformación se mueve alrededor de la galaxia cada 440 millones de años. Han utilizado un curioso ejemplo para graficarlo:
“Imagina que estás en las gradas en un partido de fútbol y la multitud empieza a hacer la ola, todo lo que haces es ponerte de pie y sentarte, pero el efecto es que la ola recorre todo el estadio. Es lo mismo con la deformación galáctica: las estrellas solo se mueven hacia arriba y hacia abajo, pero la ola recorre todo el camino la galaxia”, afirma Cheng.
Esta imagen detallada fue posible gracias a una importante cantidad de información recopilada a través de distintas fuentes. Así pudieron crear un mapa tridimensional completo de las estrellas de la Vía Láctea y comprender esa deformidad y cómo viaja.