Si hay algo que nos enseñó el reingreso sin control del cohete chino Long March 5B, es la gran cantidad de basura que anda dando vueltas en el espacio.
Es una situación peligrosa, que no solo pone en peligro la vida en la Tierra, sino que también amenaza a las misiones que orbitan en el espacio.
Le ocurrió recientemente a la Estación Espacial Internacional (EEI), cuando su brazo robótico Canadarm2 sufrió un fuerte impacto de desechos orbitales. Por ahora se ha informado que esto no afectaría su funcionamiento.
En estos momentos, expertos de la Agencia Espacial Canadiense (CSA) y la NASA trabajan juntos para tomar imágenes detalladas del área afectada y evaluar la magnitud del golpe.
Al parecer el daño solo se limita a una pequeña sección del brazo y la manta térmica. Por el momento, Canadarm2 continúa con sus funciones, incluida la instalación de Dextre, un robot manipulador que forma parte del brazo robótico, y que trabajará para reemplazar una caja de interruptores de energía defectuosa.
Al mismo tiempo se ha compartido una imagen que muestra el agujero que dejó el impacto.
Un problema en aumento
Se estima que hay unos 130 millones de objetos mayores de 1 mm que actualmente orbitan la Tierra. Es un problema que preocupa, especialmente por el número de misiones que se vislumbra en el horizonte tras la aparición de nuevos actores en el ámbito aeroespacial, como SpaceX y Blue Origin.
Es tan preocupante esta situación, que incluso se han programado misiones espaciales que buscarán, de alguna forma, intentar eliminar parte de los desechos que flotan en el espacio.