Un equipo de investigadores descubrió una gran piscina sagrada de más de 2,500 años en la histórica isla-ciudad de Motia, en lo que hoy se conoce como Isla de San Pantaleón, al oeste de Sicilia.
De acuerdo con una investigación publicada en la revista científica Antiquity, la piscina era utilizada por los antiguos fenicios con fines religiosos y para estudiar los movimientos de las estrellas. El trabajo descarta que esta gran estructura fuera una especie de puerto militar, como se había pensado en un inicio.
Así, de acuerdo con el arqueólogo Lorenzo Nigro, se trata de una “piscina sagrada en el centro de un santuario monumental que podía tener también una función astronómica”. La piscina está bordeada por templos con una estatua de la deidad Ba’al, que era venerada por varias culturas como los babilonios, los cartagineses, los filisteos y los fenicios. Era el dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad, y comenzó a ser adorado en el tercer milenio antes de Cristo.
Los arqueólogos creen que la piscina ritual se incorporó a la ciudad de Motia hacia 550 a.C., luego de que la localidad fuera reconstruida después de un ataque de Cartago, antiguo rival de Roma. De acuerdo con los investigadores, se alineó con las estrellas como pieza central de un imponente santuario religioso.
Esta estructura fue descubierta en 1920, sin embargo, en aquel entonces se pensó que se trataba de un puerto artificial que podía tener un fin militar, sobre todo porque antes se habían descubierto estructuras similares de Cartago llamadas Cothon.
“Durante un siglo se pensó que el Cothon de Motia era un puerto, pero las nuevas excavaciones han cambiado drásticamente su interpretación: era un estanque sagrado en el centro de un enorme complejo religioso”, explicó el profesor Lorenzo Nigro de la Universidad Sapienza de Roma.
Así, esta nueva investigación asegura que la estructura sagrada tiene 2,500 años y es una de las más grandes y antiguas halladas en el Mediterráneo.