Gracias a ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), un grupo de astrónomos pudo encontrar una galaxia bebé en rotación de un centésimo del tamaño de la Vía Láctea en un momento prematuro del universo, cuando apenas tenía el siete por ciento de su edad actual.
Gracias a la ayuda del efecto de lente gravitacional, el equipo encargado pudo explorar por primera vez la naturaleza de las pequeñas y oscuras “galaxias normales” del universo temprano.
Estas serían una muestra de las primeras galaxias, lo que permite entender mejor la fase inicial de su evolución.
“Muchas de las galaxias que existieron en el universo primitivo eran tan pequeñas que su brillo está muy por debajo del límite de los mayores telescopios actuales en la Tierra y en el espacio, lo que dificulta el estudio de sus propiedades y de su estructura interna”, explica Nicolás Laporte, investigador principal de Kavli en la Universidad de Cambridge.
“Sin embargo, la luz procedente de la galaxia denominada RXCJ0600-z6 estaba muy magnificada por las lentes gravitacionales, lo que la convierte en un objetivo ideal para estudiar las propiedades y la estructura de las típicas galaxias bebé”.
Telescopio natural
De acuerdo con los investigadores, las lentes gravitacionales son un fenómeno natural en el que la luz emitida por un objeto lejano es desviada por la gravedad de un cuerpo masivo, como una galaxia o un cúmulo de galaxias.
Se llama lente gravitacional debido a que la gravedad del objeto masivo actúa como lente. Así, cuando los astrónomos miran a través de una lente gravitacional, la luz de los objetos lejanos se intensifica y sus formas se estiran.
Dicho de otra forma, es una suerte de telescopio natural que flota en el espacio.
Así, combinando la potencia de ALMA con la ayuda de estos telescopios naturales, los investigadores son capaces de descubrir y analizar las galaxias más débiles.