Las imágenes de las pruebas nucleares han estado clasificadas durante décadas, pero ahora, algunas de ellas han sido digitalizadas, reanalizadas y publicadas en YouTube.
Revisar materiales desclasificados no suele sonar como un divertido plan de fin de semana, pero cuando esos materiales están compuestos de películas de pruebas nucleares de la Guerra Fría, es posible que resulte más interesante.
Tanto si eres un friki del canal Historia o te vayan más las películas de la acción, ahora te vamos a ofrecer un nuevo plan para esta noche.
Esta semana, un equipo de físicos y archivistas de cine del Lawrence Livermore National Laboratory en California han publicado los resultados de un proyecto reciente: la digitalización de miles de películas que documentan algunos de los 210 ensayos nucleares atmosféricos realizados por Estados Unidos entre 1945 y 1962. ¡Casi nada!
A medida que el equipo, dirigido por Greg Spriggs, comenzó a recopilar películas (casi en descomposición) en la era moderna, se dieron cuenta de que algunos de los datos de rendimiento nuclear basados en las imágenes que veían eran simplemente incorrectos.
Así, Spriggs y su equipo comenzaron a no sólo preservar las imágenes, sino también a reanalizar su contenido utilizando técnicas del siglo XXI.
Si bien estas pruebas tienen muchas décadas de antigüedad, todavía cuentan con información muy valiosa para los científicos, sobre todo porque las pruebas nucleares atmosféricas (como las que se ven en estas viejas películas) están prohibidas desde 1963.
«Uno de los beneficios de este proyecto es que ahora estamos recibiendo respuestas muy consistentes», dijo Spriggs a NPR.
«También hemos descubierto cosas nuevas sobre estas detonaciones que nunca se habían visto antes. Y nuevas correlaciones están siendo utilizadas por la comunidad forense nuclear, por ejemplo «.
Pero eso no es todo. Todavía hay más descubrimientos por hacer. Mientras se cree que 10,000 o más películas se hicieron durante un período de prueba de 17 años, Spriggs y su equipo sólo han encontrado alrededor de 6,500.
Y de éstas, sólo unas pocas han sido reanalizadas, desclasificadas y publicadas en YouTube, donde ya se puede disfrutar de ellas.
Spriggs espera que pueda continuar su proyecto, y de alguna manera, usar las imágenes como una advertencia contra el uso de este tipo de armas en los próximos años.
«Es increíble cuánta energía se libera», señala. «Esperamos que nunca tengamos que usar un arma nuclear. Creo que si captamos la historia de esto y mostramos cuál es la fuerza de estas armas y cuánta devastación pueden causar, entonces tal vez la gente sea más reacia a usarlas”, concluye.