La tranquilidad y el romanticismo que irradia la colonial e histórica ciudad de Cartagena de Indias, en Colombia, abruptamente son interrumpidos por la persecución mutua entre dos sicarios. Uno está retirado a sus 53 años y el otro recién tiene 23. Hasta ahí suena como una película de acción común y corriente. Lo particular es que los dos asesinos a sueldo son interpretados por el mismo actor, Will Smith, pero uno es real y el otro 100 por ciento digital. Son los asombrosos efectos de Gemini Man que hacen particularmente atractiva a esta cinta, que ya llegó a los cines el 11 de octubre de 2019.
Lograr que Will Smith se viera como cuando interpretaba al protagonista de la popular serie The Fresh Prince of Bel-Air en la década de los 90 (que fue conocida en español como El Príncipe del Rap), fue una tarea que demandó el trabajo de más de 500 artistas de seis agencias de efectos especiales, encabezados por el estudio neozelandés Weta Digital, el mismo que ha estado detrás de proyectos como Avengers: Endgame y X-Men, supervisados por Bill Westenhofer, que cumplió la misma labor en Life of Pi.
El primer tráiler oficial
Así nace Junior
Smith interpreta al sicario retirado Henry Brogan, mientras que su clon digital no tiene nombre, aunque en Weta Digital lo bautizaron como Junior. El trabajo para darle vida comenzó en 2017, cuando el director Ang Lee, que dirigió Life of Pi y la versión de Hulk (2003), entre otros, se unió al proyecto Gemini Man y tres meses más tarde trajo consigo a Westenhofer.
Más allá de algunos cameos, como el bien logrado de Carrie Fisher en Rogue One, o el envejecimiento del Brad Pitt en The Curious Case of Benjamin Button, el de Junior es el primer caso de un actor 100 por ciento digital que no solo tiene varias apariciones, sino que también coprotagoniza una película. «Una persona digital es algo de lo que se ha hablado desde que comencé los efectos visuales hace 26 años», ha señalado Bill Westenhofer.
El primer paso fue escanear completamente una serie de gestos del rostro de Smith con un conjunto de cámaras de alta resolución. La idea era contar con la mayor cantidad de información de su repertorio expresivo. En paralelo, Weta diseñó un modelo digital del cuerpo de Smith, a partir de un chasis biomecánico estándar que utiliza para sus humanos generados por computadoras.
La segunda etapa era un poco más compleja, ya que implicaba transformar la imagen digital de una persona de 49 años en un joven de 23. Para ello, revisaron el abundante material disponible de Smith de principios y mediados de los 90, como las películas Bad Boys, Six Degrees of Separation e Independence Day y, ciertamente, Fresh Prince of Bel-Air.
Diferentes equipos cumplieron distintas tareas. Modelar el esmalte y dentina de los dientes, trabajar en la compresión de labios, mapear los poros, analizar la formación de las arrugas de la piel, estudiar el equilibrio de los pigmentos e incluso el comportamiento de los ojos, como la interacción de la córnea con el iris y de éste con la pupila.
Segundo tráiler oficial
Vidas paralelas
Junior parecía real, al menos en imágenes fijas. Era un «cadáver sin alma», según el propio Smith. Para darle vida a su clon digital, la estrella se trasladó a Budapest para grabar en un estudio lo que el equipo llamó «el lado B». Portando voluminosos cascos, una serie de cámaras registró todos los movimientos de su cara.
Pese a la gran cantidad de información y datos digitales de las expresiones de Smith con las que contaba el equipo, Junior no estaba listo para grabar un primer plano. Por este motivo, los animadores gráficos de Weta analizaron y revisaron todos los gestos y emociones del actor cuadro por cuadro, con el objetivo de capturar en detalle las microexpresiones y todas las sutilizas y riquezas del comportamiento humano.
Guardando las proporciones, la meta era que Junior pudiera replicar al artista en todos sus matices fisionómicos. Algunas secuencias demoraron hasta doce meses, mientras que otras tomaron solo horas o días. «Era la única forma que podíamos estar seguros de que el Will Smith animado parecía realista», afirma Stuart Adcock, jefe del Departamento de Movimientos Faciales del estudio.
A juzgar por el avance, todo indica que el trabajo se consiguió. A diferencia de otras películas en las cuales los efectos especiales son matizados con escenas oscuras, Lee graba en escenarios bien iluminados o durante el día y no evita los primeros planos prolongados, lo que aumenta la sensación de que lo que estás viendo es 100 por ciento real.
¿Quién es el dueño del clon de Will Smith?
Puedes llamarlo actor virtual, v-actor o synthespian. Lo concreto es que este tipo de efectos abre posibilidades infinitas para el desarrollo de la industria cinematográfica, pero también una serie de debates sobre el rumbo que tomará la industria. Estos nuevos actores digitales tienen una capacidad sobrehumana, no requieren descanso, maquillaje o peluquería. Ni siquiera necesitan un remolque, ya que «viven» en un disco duro.
Esto es algo que inquieta actores como Andy Serkis, quien además es director y experto en efectos especiales. «Cuando una interpretación se convierte en datos, puede ser manipulada, reelaborada o muestreada (…) ¿Dónde reside la propiedad intelectual? ¿Quién es el autor de la actuación? ¿Dónde están los límites?», cuestionó en entrevista con Screen Daily.
Según Wired, el estudio responsable de Gemini Man, Paramount Pictures, no quiso aclarar qué derechos tendría Smith sobre su contraparte digital, mientras que Weta no pudo revelar qué pasaría con los valiosos datos de Junior. «Desafortunadamente, las compañías digitales aún controlan los activos. Legalmente yo controlo mi imagen, ellos controlan la información real», afirmó Smith, quien ni siquiera pudo guardar una copia de Junior en una memoria USB.
*Actualizada en 10/11/2019 por Milenka Peña.