Pirata que roba a pirata… Aparentemente, hackers han logrado obtener una copia de la quinta entrega de la franquicia de Walt Disney Piratas del Caribe 10 días antes de su estreno y han amenazado con filtrarla en línea si el conglomerado de entretenimiento no paga un rescate.
Según Deadline, un sitio web que cubre la industria del cine y la televisión, Bob Iger, presidente ejecutivo de Disney, confirmó el incidente durante una reunión el lunes por la mañana con los empleados de ABC, la cadena de TV de Disney. El ejecutivo, sin embargo, no especificó que Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales (Piratas del Caribe: la venganza de Salazar) fuera la película en cuestión.
Los ladrones cibernéticos estarían exigiendo un pago millonario en bitcoins, de lo contrario, partes de la película serán publicadas gradualmente en archivos de video de 20 minutos hasta la fecha de estreno, el 26 de mayo. Los hackers no indicaron cuándo empezarían con la serie de filtraciones. Iger indicó que Disney no tenía planes de pagar el rescate y que comenzó a trabajar con el FBI para determinar cómo fue robada la película.
La exigencia de rescate a cambio de información robada parece ser el modus operandi de los piratas últimamente. La semana pasada, miles de sistemas alrededor del mundo fueron infectados con un ransomware diseminado por hackers que exigían pagos en bitcoins a cambio de liberar las computadoras.
Hasta la fecha, la franquicia protagonizada por Johnny Depp ha recaudado más de $3,700 millones de dólares en la taquilla global. La quinta entrega es particularmente especial porque regresan varios de los actores originales, como Keira Knightly, Orlando Bloom y Geoffrey Rush.
El villano de la última cinta es el español Javier Bardem, quien interpreta al capitán Salazar, enemigo del capitán Jack Sparrow (Depp). Disney proyecta una recaudación de unos $90 millones durante el primer fin de semana de estreno, que en Estados Unidos coincide con el feriado del Día de la Recordación (Memorial Day).
Según reportes, la producción de la cinta, que costó unos US$320 millones, fue bastante accidentada, especialmente debido a problemas personales de Depp, quien terminó divorciándose luego de finalizar el rodaje.
Netflix, el popular sitio de streaming, enfrentó hace poco una situación similar cuando algunos capítulos de la nueva temporada de Orange is the New Black fueron filtrados en Internet después de que hackers intentaran extorsionar a la empresa, a la que le exigían el pago de rescate. El robo no tuvo mayor efecto en Netflix. La plataforma de streaming es mucho más simple de operara que la descarga de múltiples episodios de varios sitios piratas y es poco probable que los actuales subscritores del servicio cancelen su afiliación por la filtración de los episodios.