Ya no tienes que visitar el Museo Británico de Londres para ver la famosa Piedra de Rosetta de cerca y en detalle. La semana pasada, el museo publicó en línea el primer escáner tridimensional de la famosa piedra de jeroglíficos en Sketchfab, acompañado por la nueva función de soporte de sonido del sitio web.
«Este escáner fue parte de nuestro intento más amplio de capturar tantas de nuestras piezas icónicas de colección como podamos, y de objetos no dados a conocer, y ponerlos a disposición de las personas para verlos en 3D o en formas más táctiles», dijo a Digital Trends el Dr. Daniel Pett, un asesor del Museo Británico que ayudó a realizar el escaneo.
«Tenemos alrededor de ocho millones de objetos. No todos serán adecuados para el escaneo en 3D, pero hemos logrado capturar más de 200 hasta ahora», agregó Pett. Para ver toda la colección en 3D del Museo Británico, puedes visitar su página de Sketchfab.
La Piedra de Rosetta es uno de los artefactos más importantes de la civilización antigua. La famosa pieza, que resultó ser un elemento clave para descifrar los jeroglíficos egipcios, fue descubierta casualmente en el norte de Egipto por parte de un destacamento militar francés en 1799, y fue descifrada dos décadas más tarde.
Cuando fue hallada estaba rota e incompleta, sin embargo, la Piedra de Rosetta se convirtió en la llave para entender el antiguo Egipto. Presenta textos casi idénticos en jeroglíficos demóticos, griegos antiguos y egipcios, y los eruditos compararon los textos para desentrañar el alfabeto jeroglífico.
Aunque esta reliquia fue descubierta por el ejército de Napoleón, la Piedra de Rosetta se convirtió en propiedad de los británicos después de que sus tropas derrotaron a los franceses en Egipto en 1801. Sin embargo, fue el francés Jean-François Champollion quien descubrió que los jeroglíficos contenían los sonidos de la lengua egipcia y, por lo tanto, la clave para estudiar el idioma y la cultura más a fondo. El 27 de septiembre de 1822, más de 20 años después de su hallazgo inicial, Champollion anunció su descubrimiento en un artículo en París. Y ahora, gracias a la tecnología, tú también puedes verla en 3D.