Loki tuvo un estreno positivo en Disney Plus y ha sumado, en su mayoría, críticas positivas. De hecho, muchos la posicionan como una de las mejores series del universo de Marvel estrenadas en la plataforma, incluso por arriba de Wandavision.
De esta manera, Loki se ha convertido en uno de los personajes del momento, por lo que vale la pena conocer un poco más de él, pero fuera del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) y situándolo en un contexto histórico y mitológico.
Para comprender mejor la figura de este personaje es necesario sumergirse en la mitología nórdica, que se basa en dioses y varios personajes para representar las fuerzas de la naturaleza, además de distintos sentimientos humanos.
En este grupo está Loki, que para algunos es un dios que representa el fuego y símbolo de sentimientos negativos, como la maldad, el engaño, la intriga y la envidia.
Por otra parte, hay quienes descartan el carácter divino de Loki, ya que era hijo de los gigantes Farbauti y Laufey, quienes no formaban parte del clan de los æsir ni de los vanir, y tampoco era objeto de culto por parte de los vikingos.
La historia de Loki aparece en la Edda Poética, un recopilatorio sobre la vida de los habitantes de Asgard. En este se señala que el personaje se casó dos veces, primero con la maligna Angurboda, con quien tuvo tres (monstruosos) hijos , y después con Sygin, habitante de Asgard, con quien tuvo dos criaturas.
En estos textos, Loki es presentado como ayudante de los dioses, sin embargo, en otros escritos se muestra como antagonista de estos: es mostrado como alguien a quien le gusta perseguir y acosar a los dioses.
Loki se dedicaba a provocar peleas entre ellos, para esto mentía e inventaba conflictos que derivaban en pleitos. También insultaba a los dioses y a sus esposas, y hacía trucos que se volvieron cada vez más violentos.
Un momento determinante fue cuando provocó la muerte de Balder, hijo de Odín. Debido a esto, fue castigado y encarcelado en una caverna.
Sobre él, los dioses dejaron una serpiente que goteaba veneno. En su cautiverio fue acompañado por Sigyn, una de sus esposas, que sostiene una especie de vasija para evitar que el veneno lo toque.
Sin embargo, cada vez que ella se retira para vaciar su contenido, caen gotas sobre el rostro de Loki, que le provocan mucho dolor.
Ya en el Ragnarök (destino de los dioses), Loki se libera y se convierte en uno de los dirigentes del clan de los gigantes, pero en sus constantes luchas se encuentra con su destino: pelear con el dios Heimdal.
En una de estas batallas, ambos mueren producto de las heridas infligidas mutuamente.
Así, Loki se convierte en uno de los personajes que más controversia genera en la mitología nórdica, al que muchos se niegan a considerar un dios. Quizá parte de esta ambigüedad es lo que más interés genera en torno a este personaje.