Tuvieron que pasar casi 60 años para que las películas animadas tuvieran su mayor cambio tecnológico desde que Disney implementó la rotoscopía en Blancanieves (1937). La revolución llegó de la mano de Pixar, una productora cuyos orígenes cruzan a Lucasfilm con Steve Jobs y que tuvo en Toy Story (1995) una ópera prima tan influyente como exitosa.
Lo cierto es que tuvo que pasar casi una década para que el pinino de Pixar se transformara en Toy Story. Ese primer paso fue Luxo Jr. (1986), un cortometraje que quizá parezca desconocido al espectador por su nombre, pero que visualmente debe ser parte de la cultura pop gráfica de la generación milenial y es que, después de todo, la juguetona lámpara de mesa sirve como una especie de gloriosa introducción a cada película de Pixar desde Toy Story hasta Luca. La mente maestra del cortometraje fue el animador John Lasseter.
Pero ¿por qué Pixar tiene una lámpara como mascota? La respuesta se remonta un par de años atrás, luego del estreno de The Adventures of André and Wally B. (1984), el primer cortometraje animado creado por Lasseter en Lucasfilm. Tras su estreno, Lasseter quería adentrarse más en el mundo de la animación. “Quería saber más sobre cómo modelar cosas en la computadora, literalmente tenía una mesa de dibujo con una luxo, una lámpara flexible de arquitectura; comencé a medirla y dibujarla en papel grafito porque la tenía frente a mí, entonces la modelé en la computadora, hice las articulaciones y comencé a moverla como si estuviera viva”, recordó Lasseter durante una entrevista.
Luxo Jr. se estrenó el 17 de agosto de 1986 en SIGGRAPH, una feria dedicada a la tecnología relacionada con los gráficos por computadora. Pese a que Luxo Jr. dura apenas dos minutos, las crónicas de su estreno consignaron aplausos antes de su final. El corto se incluyó en el estreno de Toy Story 2 en 1999 como una forma de mostrar a una audiencia más amplia el legado de Pixar y su mente maestra John Lasseter.
“Mucha gente describe a Luxo Jr. como la Steambot Willie de la animación por computadora”, contó Lasseter sobre su icónico cortometraje, comparado con la legendaria primera caricatura de Mickey Mouse. “Esa comparación existe porque, por primera vez, una película animada por computadora resultó interesante y entretenida a los espectadores no porque estaba animada por computadora, sino por la historia y sus personajes, y eso fue un salto cuántico para este tipo de arte”, sentenció Lasseter.
A ese salto cuántico siguieron otros tres cortometrajes antes del debut de Toy Story: Red’s Dream (1987), Tin Toy (1988) y Knick Knack (1989). De ellos, Tin Toy resultará familiar a los fanáticos de Pixar, pues muestra la fascinación de Lasseter por los juguetes y que tendría en Toy Story su clímax. Sin embargo, ninguno resultaría tan influyente como Luxo Jr., que de paso dio a Pixar su emblemática mascota. Para Lasseter, la luz, literalmente, llegó a través de una lámpara.