En los años setenta, el reconocido artista chileno Alejandro Jodorowsky intentó hacer su propia película de Dune. De acuerdo con el director, el fallido proyecto consistía en una versión de hasta 10 horas, que finalmente nunca se materializó.
Sin embargo, el intento del artista dio vida a un libro, compuesto por una serie de imágenes, ilustraciones y el boceto original que quiso utilizar Jodorowsky en su adaptación de la obra de Frank Herbert.
Ahora volvemos a saber de la versión de Dune desarrollada por el artista nacionalizado francés y que se ha convertido en un objeto de culto por parte de los fanáticos de la ciencia ficción.
El grupo cripto Spice DAO afirmó ser el nuevo propietario de una de las copias originales de Dune de Jodorowsky luego de pagar una cifra cercana a $3 millones de dólares.
https://twitter.com/TheSpiceDAO/status/1482404318347153413?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1482404318347153413%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fes.gizmodo.com%2Fembed%2Finset%2Fiframe%3Fid%3Dtwitter-1482404318347153413autosize%3D1
Un error que cuesta mucho
En su cuenta de Twitter, este grupo formado por fanáticos de Dune reconoció que su intención con esta compra es liberar el libro de Jodorowsky, producir una serie animada y venderle los derechos a algún servicio de streaming.
El único problema es que adquirir esta obra original no otorga ningún derecho sobre la propiedad intelectual, independiente de la cifra que se pagó por ella.
El problema para Spice DAO no se queda solo ahí, ya que son varios los libros que forman parte del proyecto de Jodorowsky. De hecho, se estima que entre directivos, creativos y productoras existen 10 copias de la versión de Dune del chileno.
Como referencia, uno de estos ejemplares fue vendido hace algunos años por “solo” $42,500 dólares, una cifra mucho menor que la pagada por Spice DAO.
Esta “pequeña” equivocación ha vuelto a demostrar que existe mucha confusión en torno a la autenticidad de una obra, su valor y los derechos de propiedad intelectual, en especial con la popularidad del mundo cripto y los NFT.
Como quedó demostrado, tener una copia original o el NFT no quiere decir que se puedan obtener los derechos, mucho menos generar un nuevo producto a partir de él, ya que los derechos seguirán estando en manos de su creador original.