Han pasado casi 40 años desde que apareció por primera vez en la pantalla chica, y Homero Simpson sigue siendo uno de los personajes animados más populares de la historia de los medios. Este padre cabezón ha deleitado a millones de audiencias con sus muchas travesuras desconcertantes y bufonescas en Los Simpson.
Seguramente no es el mejor esposo, padre o trabajador, pero cuando se trata de hacer reír a la gente, siempre pueden contar con Homero, y estos 10 momentos en Los Simpson lo demuestran.
10. Homero consigue una pistola (La familia de cartuchos)
La forma en que funciona el cerebro de Homero ha sido fuente de mucha hilaridad y desconcierto a lo largo de los años. Este enigma se ejemplifica mejor cuando decide llevar un arma, y Apu piensa que planea robar el Kwik-E-Mart con ella.
Homer se pregunta cómo sería la vida si realmente lo hiciera, imaginándose a sí mismo como un senador rico con Marge como una bailarina go-go. La lógica estúpida de Homero lo convence de robar la tienda, pero cuando decide seguir adelante, descubre que ya se está alejando en su automóvil.
9. Homero construye un ‘Le Grille’ (Mom and Pop Art)
Esta escena pone al «Homero» en «reparación del hogar». Cuando Homer compra un pozo de barbacoa para el patio trasero, naturalmente tiene problemas para armarlo, y las instrucciones escritas en francés no facilitan las cosas.
El colapso enojado de Homero en esta escena es histérico, ya que comienza a golpear su pila de piezas de parrilla hasta que carga con un paraguas. Muchos adultos han sufrido tratando de armar un electrodoméstico, y Homero captura ese dolor y recibe un rayo en una botella.
8. Homero el Terminator (Homero ama a Flandes)
Por supuesto, cuando a Homer finalmente le gusta Flandes, este último no puede soportar el nuevo apego de su vecino. Homer, emergiendo solo de los arbustos, cimentó este episodio en la tradición de Internet.
Pero cuando la familia Flanders intenta escapar de él, Homero los persigue en una divertida secuencia sacada directamente de Terminator 2: El juicio final. Incluso después de que Ned lo arroja de su auto en movimiento, Homero asume que su mejor amigo no lo vio, lo que demuestra lo deliciosamente inconsciente que puede ser.
7. ‘Elijo renunciar a ese derecho’ (The Springfield Connection)
Cuando Marge se convierte en oficial de policía, Homero no la toma en serio y se niega a aceptar una multa de estacionamiento de ella. Su primera reacción al ser esposado por su esposa es bastante graciosa.
Pero cuando Marge dice que tiene derecho a permanecer en silencio, Homero rechaza cortésmente ese derecho y comienza a gritar solo para ser desafiante, mostrando el tipo de rabieta tonta pero refinada que este hombre-niño puede hacer.
6. Homero monta un recolector de cerezas (Lost Our Lisa)
Homero ha sufrido varias heridas en la cabeza a lo largo de la serie, y esta escena muestra esta tendencia en su forma más hilarante e inventiva. Cuando Homero se queda atascado en una grúa fuera de control, soporta ser atropellado por los semáforos, el techo de un túnel e incluso un muelle.
Aunque Lisa parece salvarlo bajando un puente levadizo, Homero queda atrapado en la cabeza en el puente y tiene que soportar que los conductores le atropellen la parte superior del cráneo. Ni siquiera rezar a Superman podría haberlo salvado de esta.
5. Un mundo sin rosquillas (Treehouse of Horror V)
Cuando Homero construye accidentalmente una máquina del tiempo, se envía repetidamente a los tiempos prehistóricos y altera el presente. En un momento dado, se encuentra en una realidad en la que su familia es rica y Patty y Selma están muertas.
Aunque todo parece estar saliendo a la luz de Homero, entra en pánico cuando su familia no sabe qué son las donas. Rápidamente retrocede en el tiempo antes de ver donas caer del cielo en una tormenta casual en esta realidad. Una vez más, el amor de Homero por la comida se convierte en su perdición.
4. La tierra del chocolate (Burns Verkaufen der Kraftwerk)
En una de las secuencias más icónicas de la serie, Homer fantasea con que está en la «Tierra del Chocolate» mientras habla con sus nuevos empleadores alemanes. Se ve a Homero haciendo cabriolas en esta deliciosa ensoñación, alimentándose de lluvia de chocolate, farolas de chocolate e incluso perros de chocolate.
Además de eso, se maravilla con una tienda que vende chocolate a mitad de precio, como si eso fuera lo mejor que podría pasar, incluso en su sueño más salvaje.
3. Homero falla en la prueba nuclear (Homero va a la universidad)
Cuando la Comisión Reguladora Nuclear investiga la planta de energía de Springfield, Homero es puesto en un simulador para poner a prueba sus conocimientos durante una subida de tensión. A pesar de que el módulo no es real, Homero de alguna manera provoca una fusión nuclear que lo convierte en un bruto radiactivo obsesionado con destruir a la humanidad.
Pero cuando se entera de que es la hora del almuerzo, rápidamente sale de ella y se va sin preocuparse, lo que demuestra la facilidad con la que Homero puede estropear las cosas y aún así salir ileso.
2. Homero roba una convención de dulces (Homero Badman)
Esta escena demuestra que realmente no hay nada que Homero no haría por la comida. Cuando Homero encuentra un raro caramelo de goma de Venus de Milo en exhibición en una convención de dulces, no puede evitar robarle al lugar su manjar más preciado.
Pero cuando la seguridad lo persigue, Homero lanza una bomba improvisada hecha de una lata de refresco fresca y revienta piedras, saltando del lugar en una explosión sacada directamente de una cursi película de acción de Sylvester Stallone.
1. Homero persigue a Bart (El amigo de Bart se enamora)
En una espectacular parodia de En busca del arca perdida, Homero persigue a Bart por la casa cuando el niño le arrebata su frasco lleno de centavos. Cayendo por las escaleras como la roca gigante que persigue a Indy, la persecución de Bart por parte de Homero se convierte en una aventura emocionante e histérica que probablemente cueste más de lo que hay en el frasco.
Pero la mejor parte tiene que ser el Homero sin pantalones corriendo afuera y gritándole a Bart como un gorila enojado.