Kit Harington, actor conocido por su papel de Jon Snow en Game of Thrones, reveló que haber sido parte de la —por momentos— sangrienta serie de HBO le trajo consecuencias en su salud mental.
Harington explicó en un show radiofónico en Estados Unidos que, una vez concluida la grabación de la serie, tuvo que tomarse un año sabático para solucionar algunos de sus problemas, que incluso lo habrían llevado a ingresar a una institución mental apenas emitido el final de la producción.
Las causas de los problemas del actor tuvieron que ver, a su juicio, “directamente con la naturaleza de Game of Thrones” y sus escenas violentas y emotivas, a las que estuvo expuesto durante los años que pasó en filmaciones. Estos problemas comenzaron hacia el final de las grabaciones y persistieron una vez que Game of Thrones ya había terminado.
Lo cierto es que los problemas sufridos por Kit Harington pueden ser entendibles, más si se toma en cuenta la presión a la que estuvieron sometidos algunos actores y en especial aquellos cuyos personajes mantuvieron sus apariciones hasta el final.
No por nada, la lista de las escenas más memorables de Game of Thrones está plagada de momentos tan dramáticos como crueles. A las populares bodas roja y púrpura se le suman la pelea entre Viper y la Montaña, o la corona de oro sobre la cabeza de un rey, momentos que en mayor o menor medida pudieron haber afectado a quienes participaron en ellos.
La siguiente obra basada en el mismo universo, House of the Dragon, se estrenará en 2022, también en HBO.