Ahora, después de que el huracán María (el cuarto huracán que ha arrasado a su paso en un mes) haya terminado su azote a varias ciudades del país, es un buen momento para comenzar a pensar en cómo los drones de rescate pueden ayudar cuando venga una próxima tormenta.
Los drones tienen algunas ventajas obvias cuando se trata de ayuda ante los desastres. Debido a su pequeño tamaño, los UAV pueden volar en espacios más estrechos que los helicópteros, y acercarse más a la acción. También pueden volar de forma autónoma y realizar misiones sin la ayuda de un piloto dentro del aparato. Y por supuesto, no podemos olvidar que son sumamente más asequibles a la población en general.
Su potencial salvavidas no es sólo especulación. En un reciente estudio de noticias, DJI, uno de los líderes mundiales en el mercado de los drones, concluyó que los drones eran responsables de ayudar a salvar una vida por semana.
Winn es el director ejecutivo y fundador de DroneDeploy, una compañía de software de mapeo de drones que permite a las personas enviar un dron para realizar una inspección autónoma de un área predeterminada y luego regresar.
DroneDeploy luego convierte las imágenes que capta en un mapa 3D detallado. Este software es generalmente utilizado por los agricultores que buscan examinar metros de tierra, o los gerentes de construcción que buscan obtener un rápido control aéreo de los sitios de construcción, pero durante la temporada de este año de huracanes, DroneDeploy tuvo la oportunidad de utilizarlo para algo más humanitario y fue, como una herramienta de ayuda ante el desastre.
Sin embargo, sus esfuerzos se vieron algo obstaculizados por una fuerza que muchas veces ha paralizado el desarrollo de ideas innovadoras: la burocracia. Los burócratas y las políticas pueden obstaculizar los intentos de rescate por aviones no tripulados, pero algo que también limita la cantidad de aviones no tripulados que pueden proporcionar es la tecnología que utilizan.
Los drones de hoy en día no son lo suficientemente fuertes como para rescatar físicamente a alguien por medio de un puente aéreo. La mayoría de estos equipos sólo pueden llevar hasta 10 libras y no son lo suficientemente resistentes para soportar vientos extremos. «No puedes dejar caer una cuerda y sacar a alguien de una inundación que se está ahogando con un dron. Necesitarías un dron muy grande «, expresó Audronis con una carcajada.
Pero estas quejas podrían convertirse muy pronto en cosas del pasado. El fabricante noruego de aviones no tripulados Griff Aviation está haciendo una flota de drones capaces de transportar más de 1,100 libras (suficiente para levantar algunas personas al mismo tiempo).
El Griff Saviour de la compañía casi parece hecho para los esfuerzos de rescate de huracanes, con su capacidad de elevación de 440 libras, motores de resistentes al agua, y la capacidad de desplegar equipo de salvamento. Lamentablemente, el precio tan elevado de este dron (que es de $250,000 dólares) no permitirá que sea accesible para todos, como los que existen en la actualidad.
Además de eso, ADS-B tecnología de información de ubicación, pronto podría hacer su camino en los UAV de consumo. El DJ Matrice 200 de DJI cuenta con el propio transpondedor ADS-B de la compañía, llamado Airsense.
Si más empresas siguen su ejemplo, los controladores del tráfico aéreo podrían rastrear los aviones no tripulados tal como hacen el seguimiento de los aviones de tamaño completo y así, ayudarlos a evitar colisiones durante los esfuerzos de socorro.
La Cruz Roja Americana anunció recientemente que volará un avión no tripulado por primera vez para evaluar daños como parte de su nuevo programa de drones para desastres. Del mismo modo, la Guardia Nacional Aérea recientemente desplegó aviones militares que normalmente se utilizan para el combate para ayudar en las zonas de desastre. Así que parece, que después de haberse puesto tantos obstáculos para pilotear los drones al principio, ya están entendiendo los beneficios y las herramientas que ofrecen estos aviones teledirigidos en tiempo de desastres.