Como “Ghost Bat” fue bautizado el primer avión de combate militar producido en Australia en más de 50 años. Desarrollado por la estadounidense Boeing bajo la denominación MQ-28A, es un dron no tripulado que utiliza inteligencia artificial y que desde hoy se suma a las filas de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF).
La máquina cumplirá labores defensivas y ofensivas, informó Gizmodo. Por ejemplo, está capacitada para secundar aviones de combate tripulados, interferir radares y realizar tareas de vigilancia gracias a su alcance de 3,700 kilómetros (2,300 millas). Además, podría disparar a objetivos enemigos.
“Este nuevo producto nos permite introducir más volumen en el espacio de batalla. Un avión adversario no solo tendría que enfrentarse a nuestros vehículos con tripulación, sino también a un número de aviones sin tripulación como el MQ-28A Ghost Bat”, destacó el ministro australiano de Defensa Peter Dutton.
Desarrollado en conjunto con 35 proveedores locales, el dron cumplió con éxito tres fases de vuelos de prueba, afirmó la autoridad oceánica. “A medida que la guerra aérea se vuelve más compleja y sofisticada, los aviones pilotados por control remoto y otras plataformas no tripuladas se convierten en activos cada vez más vitales para las fuerzas armadas modernas”, añadió.
El nombre del MQ-28A no es casualidad, pues el murciélago fantasma es una célebre especie endémica que habita el norte de Australia. “Es un cazador [que] utiliza sofisticados sensores multiespectrales para detectar y cazar presas tanto en el aire como en el suelo”, avisó el jefe de Capacidad de la RAAF, el vicemariscal del aire Robert Denney.