A los 82 años de edad y afectado por mucho tiempo por un cáncer de colón que lo tuvo a mal traer, falleció quizás el más grande jugador de fútbol de todos los tiempos: Edson Arantes Do Nascimento, Pelé. O más bien solo basta decir «O Rei» como lo bautizaron en Brasil.
Campeón tres veces del mundo con la verdeamarilla en 1958 a los 17 años, en Chile 1962 y México 1970 donde fue amo y señor, el crack cerró los ojos para siempre en el Hospital Albert Einstein de San Pablo.
Se retiró del fútbol en 1977 habiendo marcado 1301 goles según la RSSSF, 775 oficiales.
Sólo jugó en dos clubes en su carrera, el Santos de Sao Paulo, donde fue seis veces campeón nacional, más dos veces campeón de Copa Libertadores y del Mundo y en 1975 arribó al New York Cosmos de Estados Unidos, para fomentar el deporte en ese país.
Fue ministro del Deporte de su país y figura consular de Brasil en cualquier lugar del mundo, por muchos años fue sinónimo de su querida tierra.
El año 2000 fue elegido el mejor jugador del siglo XX.
Hasta siempre O Rei.