Ahora que la fiebre de los drones se ha apoderado de Corea del Sur como lo ha hecho en casi todos lados, es un hecho que no ha escapado de la atención de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pionyang, que oficialmente comienzan el viernes 9 de febrero.
Los funcionarios están preocupados por la posibilidad de que algunas máquinas voladoras alteren los eventos durante los diferentes espectáculos deportivos de dos semanas, por lo que han desarrollado una serie de medidas para hacer frente a los probables incidentes.
En el peor de los casos, algunas de las posibilidades que se contemplaron incluyen a un dron que podría portar una bomba hacia un autobús lleno de atletas. Este alarmante escenario ficticio fue recientemente abordado por un equipo SWAT como parte de un ejercicio previo a las competencias. En la prueba, el equipo derribó al dron antes de que tuviera la oportunidad de alcanzar el vehículo.
Hasta el momento, y para tranquilidad de todos, no se ha descubierto ni reportado ninguna amenaza específica de grupos terroristas, y la decisión de Corea del Norte de participar en los Juegos Olímpicos ha reducido los temores de que el vecino impredecible de Corea del Sur pueda interferir de alguna manera. De todas maneras, personal especializado, (que según informes alcanza a 60,000 personas entrenadas), hará todo lo posible para garantizar la seguridad de los atletas y de los espectadores que asistan a los eventos.
El espacio aéreo sobre y alrededor de los juegos ha sido declarado “no-fly-zone”, o zona de exclusión aérea para aeronaves no autorizadas, y habrá un radar especial de detección de drones desarrollado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea para mantener seguros los cielos durante el evento .
Los medios de comunicación locales también han informado sobre el uso de dispositivos de bloqueo de señal, que pueden interceptar las comunicaciones entre un piloto y su dron, y llevar el aparato de regreso al suelo con seguridad. En casos extremos, se dijo que podría incluso lanzarse un helicóptero con un agente de las fuerzas especiales, para disparar y destruir el dron en el aire.
Los llamados «drones que capturan drones» también podrían ser desplegados durante los Juegos de Invierno. Estas máquinas son mucho más potentes que el típico dron de consumo habitual, y llevan redes que pueden utilizarse para atrapar y deshabilitar un avión no tripulado. No está claro cuán efectiva es esta medida, ya que involucra a un piloto de drones altamente capacitado para que persiga a los drones que estén rompiendo las reglas.
Otros dispositivos avanzados que se utilizarán para proteger a los atletas y espectadores en los recintos deportivos en las próximas semanas, incluyen aviones de vuelo bajo con tecnología de reconocimiento facial a bordo. Se afirma que estas poderosas cámaras pueden monitorear las actividades a nivel del suelo con gran detalle, y contarán con agentes especializados en todas las áreas, que podrán ser enviados rápidamente si las cámaras detectan actividades sospechosas.