El 25 de junio de 1998 se estrenó para el público general Windows 98. La década de los noventa fue generosa en cuanto a sistemas operativos de Microsoft, que comenzaron con Windows 3.0 y llegaron hasta la segunda edición del software que protagoniza este artículo. En particular, Windows 98 fue el punto de transición entre los sistemas operativos antiguos y los más modernos, con Windows XP como pionero.
Windows 98 introdujo una serie de mejoras respecto a su antecesor que a día de hoy son estándar en cualquier computadora moderna con algún Windows. Hacia la segunda mitad de los noventa, el puerto USB era todavía una novedad y no existían demasiados dispositivos que le sacaran provecho; la mayoría de periféricos tipo teclado, mouse o impresoras tenían su puerto propietario.
Sin embargo, Windows 98 se adelantó en su época y ofreció soporte para teclados, scanners, impresoras y prácticamente cualquier aparato con USB.
Un cambio quizás más radical respecto a Windows 95 estuvo en su sistema de controladores. Con Windows 98 se introdujo el Windows Driver Model (modelo de controladores de Windows, o WDM), que dejó atrás el esquema de versiones anteriores del sistema operativo. El WDM permitió varios avances en cuanto a compatibilidad y capacidad de hardware, por ejemplo, el uso de dispositivos más avanzados para audio con mejor soporte para MIDI. O bien utilizar tarjetas sintonizadoras de TV para reproducir el contenido en el sistema operativo.
Sin embargo, aquellos avances eran más que nada internos. Por fuera, Windows 98 no lucía muy diferente a Windows 95 y esto se debió, en parte, a que Microsoft habló de la nueva versión del software como una actualización de lo que ya existía y no como un cambio completo. Si bien Windows 98 tenía mayor integración con todo lo relacionado a internet, su puesta en escena resultó similar a Windows 95, además de operar sobre MS-DOS, algo que cambió con la llegada de Windows XP.
Mientras Windows 98 se liberaba al público, la presencia de internet se hacía cada vez más fuerte en los hogares del mundo. Microsoft vio una oportunidad en esto y lanzó el sistema operativo con una serie de aplicaciones y programas destinados a mejorar la rudimentaria experiencia en línea de la época; entre estas estaba una nueva versión de Internet Explorer, más Outlook Express como aplicación de correo y NetMeeting, una herramienta precursora —y muy básica— de las actuales Zoom, Teams o Google Meet.
Precisamente fue Internet Explorer el que causó algunos dolores de cabeza a Microsoft. En mayo de 1998, previo al lanzamiento de Windows 98, el Gobierno de Estados Unidos impuso una demanda contra la compañía, en la que alegó que algunas de sus acciones constituían un monopolio y limitaban a sus competidores. Internet Explorer fue uno de los puntos en disputa, ya que su inclusión por defecto en Windows atentaba contra la libre competencia y además no era posible desinstalarlo.
Aquella demanda terminó en nada más que una multa insignificante, que no evitó que con cada nueva iteración de Windows hubiera nuevo software integrado por defecto que cumplía funciones similares a productos de terceros. Ejemplo de ello fue el soporte nativo para archivos comprimidos o para grabación de discos ópticos, que llegaron en versiones futuras de la plataforma.
Un año después de su lanzamiento, Windows 98 recibiría una gran actualización llamada Windows 98 Second Edition. En esta versión se corrigieron muchos errores presentes en la original, además de ampliar el soporte para dispositivos USB: por primera vez fue posible conectar almacenamiento externo vía USB.
También se actualizaron algunas aplicaciones como Internet Explorer y Windows Media Player. Sin embargo, Windows 98 SE fue a la larga el mismo Windows 98 de siempre, pero corregido.
La vida útil de Windows 98 se extendió por varios años. La llegada de Windows Me no cambió mucho el panorama, ya que aquel sistema operativo no fue realmente popular por lo bueno que era. No fue hasta Windows XP, en 2001, cuando se comenzó a apagar la luz de Windows 98, que poco a poco se empezó a ver como un sistema operativo antiguo y propio de otra época. Finalmente, se dejó de vender en 2002 y el soporte se acabó en junio de 2006, poco más de ocho años después de su lanzamiento original.
Windows 98 fue el verdadero último bastión de los Windows antiguos basados en DOS. Siempre y cuando omitamos a Windows Me, aunque lo cierto es que de aquella versión de Windows es mejor no acordarse.