Las altas olas de calor que han afectado a Europa están complicando no solamente a los seres humanos que habitan estas tierras, sino que también está repitiendo un problema que sufrieron las CPU Intel el 2024, más específicamente las Raptor Lake, que colapsaron y se bloquearon con las altas temperaturas boreales del hemisferio norte.
Gabriele Svelto, un ingeniero de Mozilla, descubrió que nuevamente el fallo ha aparecido en esa zona del mundo.
“Si tienes un sistema Intel Raptor Lake y estás en el hemisferio norte, lo más probable es que tu máquina se bloquee con más frecuencia debido al calor del verano”, escribió Svelto en Mastodon. “Lo sé porque, literalmente, puedo ver qué países de la UE se han visto afectados por las olas de calor al observar las ubicaciones de los informes de fallos de Firefox procedentes de los sistemas Raptor Lake”.
“Los sistemas de Raptor Lake tienen problemas conocidos de temporización/voltaje que empeoran con la temperatura”, agregó Svelto. “Las cosas están tan mal en este momento que tuvimos que desactivar un bot que presentaba informes de fallas automáticamente porque casi solo encontraba fallas de personas con sistemas afectados”.
El error “Raptor Lake” de Intel afectó a los procesadores durante 2024, concretamente a los chips Core de escritorio de 13ª y 14ª generación de Intel, no a los que se encuentran en los laptops. El microcódigo defectuoso permitía que los chips de escritorio funcionaran a voltajes de funcionamiento elevados, lo que podía hacer que los sistemas se bloquearan.
En agosto pasado, Intel extendió su garantía para los procesadores afectados de tres a cinco años para ayudar a aliviar el problema.
Aunque no existe un remedio para el error Raptor Lake, se puede mitigar. Intel recomendó que los usuarios descarguen una UEFI/BIOS actualizada del fabricante de su placa base, lo que impondría restricciones más estrictas al procesador para evitar el sobrecalentamiento. Así que si estás en esa zona del planeta con tu CPU Intel, baja el firmware ahora.
Del 23 de junio al 2 de julio, Europa sufrió la peor ola de calor de su historia, con temperaturas que superaron los 40 grados celsius en países como España, Portugal y Francia.