Durante semanas, los rumores iban y venían: Samsung iba a presentar un «Galaxy Book» para competir con computadores portátiles como el MacBook de Apple y Surface Book de Microsoft. Y bueno: los rumores se confirmaron: Este domingo, Samsung presentó en Barcelona su Galaxy Book… Pero no va a haber aquí ninguna revolución.
En el fondo, el Samsung Galaxy Book es una tableta de Windows 10 con un teclado adjunto al estilo iPad Pro. Está disponible con pantallas de 10.6 y 12 pulgadas. En realidad, el Galaxy Book es una especie de “continuación” de la tablet Galaxy TabPro S.
Samsung ha tenido ya antes problemas con sus teclado, y hay que decir que estos no parecen haberse solucionado. El asunto es que estamos en 2017, y un problema que permanece con los años, es un problema que crece. Tiene luz, sí: las teclas se iluminan débilmente por los bordes. Pero lo cierto es que aquello no basta.
Sin un teclado en condiciones, este “Book” es una tableta de Windows medianamente decente, pero el Windows 10 no es realmente un sistema operativo que tú quieres usar si no está escribiendo en un buen teclado. Tiene un montón de características, sí: pero como MacOS, está ideado para máquinas que trabajan duro. Android y iPad están bien, muy bien, si sólo quieres una tableta.
Los precios (que aún desconocemos) de seguro que marcarán diferencia, pero el modelo de 12 pulgadas del Galaxy Book —al menos—promete algo. Lo mejor: una hermosa pantalla AMOLED con una resolución de 2,160 × 1,440 píxeles, así como un procesador Intel Core i5 de 7 ª generación y 128 GB de almacenamiento SSD. También es bastante delgada, con sólo 7.4 mm de espesor, y una cámara trasera de 13 megapíxeles. El Galaxy Book de 10.6 no tiene ninguna de estas cosas. Tiene una pantalla LCD Full HD; funciona con un procesador Intel Core m3 de doble núcleo; no tiene cámara trasera; y 64 GB de almacenamiento. Ambos modelos tienen 4 GB de RAM.
Tus ojos te agradecerán si elijes una pantalla AMOLED. No son comunes en los portátiles, y lo cierto es que la calidad es enorme. Windows 10 tiene una gran cantidad de colores brillantes y negros en sus menús, y AMOLED produce negros mucho más profundos y colores más vivos que otros tipos de pantalla. Esto se debe a que cada píxel se ilumina en lugar de necesitar el soporte de una luz trasera, lo que permite que los píxeles se apaguen por completo cuando hay partes negras de la pantalla.
Samsung incluye un S-Pen con cada Book, y hay que decir que es algo muy agradable. Tiene una batería ilimitada dentro de sí, por lo que nunca tendrás que cargarlo. El problema (y no sabemos aquí si este detalle a Samsung simplemente se le escapó) es que no hay dónde meterlo. No hay una funda, ni tampoco ningún punto magnético donde pueda unirse. En la presentación, pudimos ver a más de uno rodando por el suelo y por debajo de las mesas. Mal presagio.
Samsung ha llamado a este portátil Galaxy Book, pero no es un dispositivo “tradicional-Galaxy”. Esa palabra ha estado siempre asociada a Android, y no hay aquí soporte para Android. Aquí todo se ejecuta en Windows 10, que es un buen sistema operativo, pero qué te vamos a decir aquí que no sepas. Windows tiene sus raíces en las computadoras portátiles y de escritorio. Android tiene sus raíces en los teléfonos inteligentes, y la diferencia sigue siendo abismal. Si estás buscando una tableta de gama alta para ver películas e instalar aplicaciones, el iPad Pro es el rey, y el nuevo Galaxy Tab S3 de Samsung ha llegado para discutirle el trono. Otra cosa es si quieres sentarte horas a trabajar y a teclear.
Sólo hemos pasado unos minutos con los Galaxy Books, y tenemos casi la misma impresión que nos dejó la TabPro S del pasado año. Esta es una gran tableta Windows, sí: pero no el sustituto ideal de un buen computador portátil.