Nick Turley, líder de ChatGPT en OpenAI, respondió públicamente a crecientes especulaciones sobre la integración de anuncios dentro de la plataforma, proporcionando una aclaración que, paradójicamente, no resuelve completamente las dudas sobre la dirección futura de la compañía. En una publicación en X (anteriormente Twitter), Turley declaró categóricamente que “no hay pruebas en vivo de anuncios” y que “cualquier captura de pantalla que hayas visto no es real o no representa anuncios”.
Esta declaración surgió después de que Benjamin De Kraker, un exempleado de xAI, compartiera una imagen mostrando una opción para comprar en Target directamente dentro de una conversación con ChatGPT. La captura generó considerable especulación en línea sobre un posible cambio de modelo comercial. Sin embargo, Daniel McAuley de OpenAI argumentó que se trataba simplemente de una integración de aplicaciones que la compañía había anunciado públicamente en octubre, no de publicidad tradicional. Más tarde, Mark Chen, Chief Research Officer de OpenAI, añadió un matiz importante: reconoció que en este caso específico “no cumplieron adecuadamente” y que “cualquier cosa que parezca un anuncio necesita ser manejada con cuidado”.

Este intercambio revela una tensión interna clara en OpenAI respecto a la monetización. La compañía ha invertido más de mil millones de dólares en infraestructura y prometido gastos por un billón de dólares en los próximos cinco años, mientras que sus ingresos siguen siendo insuficientes para cubrir los costos operativos exponenciales. Aunque actualmente genera ingresos a través de suscripciones (ChatGPT Plus a $20 mensuales) y contratos de API, estos mecanismos son claramente inadecuados para financiar la escala operativa actual.
Lo fascinante es que OpenAI ya ha comenzado a construir silenciosamente la infraestructura publicitaria necesaria. En noviembre pasado, investigadores descubrieron código en versiones beta del cliente Android de ChatGPT que contenía múltiples referencias a sistemas de publicidad. El CFO de OpenAI, Sarah Friar, ha confirmado públicamente en declaraciones anteriores que la compañía está “cuidadosamente explorando modelos de anuncios” para compensar pérdidas operativas.
Los especialistas proyectan que si OpenAI implementa publicidad en ChatGPT, podría generar aproximadamente mil millones de dólares en ingresos anuales para 2026. Con una base de usuarios de alrededor de 600 millones de personas, donde solo el 5-10% paga por suscripción, el potencial de una capa de usuario “gratuito con anuncios” es evidentemente masivo. Para los anunciantes, ChatGPT representa un territorio sin explotar: usuarios expresando intención de compra explícitamente, con contexto conversacional completo sobre preferencias y necesidades específicas.
La publicidad en ChatGPT podría adoptar múltiples formas: anuncios contextuales que emergen naturalmente en conversaciones donde se describe un problema específico, recomendaciones de productos patrocinadas integradas orgánicamente, o un modelo de suscripción “libre de anuncios” a cambio de pago. OpenAI ha señalado que si procede con publicidad, lo hará de manera “reflexiva” que “respete la confianza” que usuarios depositan en la plataforma. Sin embargo, la historia de otras plataformas tecnológicas sugiere que esta línea entre respeto y explotación comercial es notoriamente frágil.