La nueva actualización de los controladores para tarjetas de video de Nvidia finalmente dejó atrás a antiguos sistemas operativos: la versión 496.13 de los drivers GeForce Experience viene con soporte solo para Windows 10 y el nuevo Windows 11, por lo que deja atrás a Windows 7 y Windows 8.
Estos nuevos controladores llegan optimizados para el juego Back 4 Blood, estrenado este 12 de octubre, y cubren una larga lista de tarjetas de video, desde las más nuevas RTX 3090 hasta antiguas Geforce de serie 700. Sin embargo, todas deben funcionar sobre Windows 10 (o Windows 11) para poder actualizar a la más reciente versión del driver.
Esta situación no es sorpresiva ni repentina: en junio, Nvidia avisó que dejaría de dar soporte a Windows 7, Windows 8 y Windows 8.1. De acuerdo con una publicación de la compañía —que fue actualizada en fechas recientes, pero quitó la cita a continuación—, “la mayoría de nuestros usuarios de tarjetas Geforce ya migraron a Windows 10” y por lo tanto, Nvidia se enfocará solo en el sistema operativo más nuevo para “asegurar el mejor soporte, seguridad y funcionalidad”.
Más allá de las razones que pueda tener Nvidia, los datos de Steam son muy relevantes, ya que muestran que los jugadores que todavía tienen sistemas operativos antiguos son muy pocos: apenas 4.8 por ciento de usuarios con una cuenta en la plataforma todavía usan Windows 7, mientras que menos de 1 por ciento tiene alguna versión de Windows 8. En cambio, Windows 10 es el dominador absoluto con más de 90 por ciento de usuarios.
Por ende, y desde ese punto de vista, la movida de Nvidia parece más que correcta. De cualquier manera, habrá algunas actualizaciones para Windows 7 y Windows 8 hasta 2024, pero serán menos de las habituales y orientadas a detalles críticos y específicos de seguridad.