La generación de inteligencia artificial en los centros de datos es un proceso complejo que combina infraestructura física, potencia de cómputo masiva y algoritmos avanzados. Todo comienza con los modelos de IA, que son conjuntos de algoritmos diseñados para aprender patrones a partir de enormes volúmenes de datos. Para entrenarlos, se requieren servidores especializados equipados con GPU o aceleradores de IA, capaces de realizar millones de cálculos en paralelo. Este entrenamiento consume cantidades enormes de energía y genera calor, lo que obliga a los centros de datos a contar con sistemas de alimentación eléctrica robusta y refrigeración avanzada.
Los centros de datos deben estar diseñados no solo para alojar racks de servidores, sino también para garantizar un flujo de aire eficiente, redundancia energética y conectividad de baja latencia.
En términos prácticos, la infraestructura de un centro de datos para IA es muy distinta a la de uno tradicional. Los racks que alojan servidores de IA pueden pesar más de 400 kg y consumir entre 20 y 40 kW cada uno, lo que multiplica las exigencias de espacio, cableado y refrigeración. Además, se implementan técnicas como la contención de pasillos fríos y calientes para dirigir el aire de manera eficiente, y se utilizan sistemas de respaldo energético (UPS, PDU) para evitar interrupciones. Todo esto convierte a los centros de datos en el “cerebro físico” que hace posible que la IA funcione a gran escala.
Además de los generadores diésel y las plantas nucleares resucitadas, los operadores de centros de datos ahora están reutilizando motores de aviones.
En el Data Center World Power Show en Texas, el proveedor de gas natural ProEnergy está mostrando el PE6000, un generador de energía construido mediante la reutilización de viejos motores a reacción de aviones como el Boeing 747. Las páginas promocionales afirman que este diseño puede producir 48 megavatios a la vez, de cuatro a cinco veces más energía que la que usa una casa unifamiliar en un año. IEEE Spectrum (a través de Tom’s Hardware) informa que 21 de estas turbinas a gas ya se han vendido, específicamente a operadores de centros de datos en ubicaciones que no tienen la capacidad de red eléctrica necesaria.