El ministro digital de Japón, Taro Kono, anunció a finales del mes pasado que había eliminado con éxito 1.034 regulaciones gubernamentales que requerían el uso de disquetes. Según Reuters, Kono describió el logro como ganar «la guerra contra los disquetes», aunque aparentemente queda una regulación que todavía requiere su uso.
En una época en la que los lectores más jóvenes pueden no haber visto ni oído hablar de un disquete, parece una verdadera locura que la cuarta economía más grande del mundo todavía dependa de ellos en más de 1.000 situaciones diferentes. Pero este ha sido un largo viaje para Kono y Japón, que anunció sus intenciones de deshacerse de los disquetes del gobierno en 2022.
La actitud del gobierno japonés hacia la tecnología ha sido famosa por su anticuada en el pasado. En 2018, el ministro de ciberseguridad fue noticia cuando admitió que nunca antes había usado una computadora. Afortunadamente, Kono parece estar tomando su trabajo un poco más en serio. Ha sido muy explícito sobre sus planes de desechar los disquetes y también tiene la intención de combatir otras tecnologías antiguas como las máquinas de fax.
A pesar de su reputación como innovador en tecnología, Japón también es conocido por su burocracia estancada en los años 80 y, como sugiere esta noticia, no es una exageración.
En Japón hace unos años, había que rellenar una hoja de horas en papel y enviarla por fax. La maldita cosa tardaba unos cuatro o cinco minutos en hacer su trabajo y podía fallar en cualquier momento, así que no había nada que hacer más que pararse y esperar.
Así era como funcionaban las cosas, pero el gobierno se vio obligado a darse cuenta de lo ineficiente que era todo el archivo en papel y los disquetes durante la pandemia. Fue entonces cuando se formó la Agencia Digital. Dada la gran cantidad de procesos burocráticos no digitales en Japón, Kono realmente tiene mucho trabajo por delante.
Por otra parte, Japón no es el único gobierno del mundo que acaba de poner fin a su dependencia de los disquetes. En 2014 se reveló que los disquetes de 8 pulgadas todavía se usaban para el almacenamiento en el silo nuclear de la Fuerza Aérea de los EE. UU.