La relación entre Intel y Apple no parece haber quedado en muy buenos términos luego de que esta última decidiera crear un chip nuevo y específico para sus MacBook. Y prueba de ello es la ofensiva de Intel, que asegura que los mejores y más potentes Mac no son buenos para jugar.
No es que esto sea algo novedoso o que no se supiera, pero en Intel lo aprovechan como una oportunidad para minimizar las posibilidades de los chips M1, desarrollados por Apple. En una reciente presentación, Intel reveló (para sorpresa de nadie) que «más de la mitad de los videojuegos más populares ni siquiera están soportados en MacOS».
Pero además, Intel explica que su nuevo procesador de gama media, el Intel Core i5 H-Series de 11ª generación, ofrece mejor rendimiento para juegos que «el MacBook Pro más poderoso» a través de Bootcamp, el software que permite que Windows funcione sobre un Mac. De todas formas, esta comparativa es más un ataque al sistema operativo de Apple que a sus nuevos chips, ya que el MacBook con el que se compara en la imagen de arriba es de los que tiene procesador Intel.
Ahora, la pregunta que cabe hacerse es qué pretendía Intel demostrar con todo esto, más allá de lo obvio. Desde hace años se sabe y se acepta que un Mac, cualquiera que sea, no es un equipo para videojuegos. Apple ha diseñado un software muy bueno que le saca mucho provecho al hardware sobre el que opera, pero dada su cuota de mercado y el tipo de usuario que lo prefiere, los videojuegos no son una prioridad ni para ellos ni para los desarrolladores.
Antes que tirarle tanta tierra a Apple, Intel quizás tendría que preocuparse de que AMD no le quite cuota de mercado con sus procesadores, especialmente con las nuevas generaciones de los Ryzen.