Edward Snowden es un ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos que reveló en 2013 miles de documentos clasificados sobre los programas de vigilancia masiva de su país y sus aliados. Estas filtraciones pusieron al descubierto el alcance y la profundidad de la recolección de datos personales y comunicaciones de millones de personas en todo el mundo por parte de las agencias de inteligencia, sin autorización judicial ni supervisión adecuada.
Snowden huyó de Estados Unidos y se refugió en Hong Kong, donde entregó los documentos a varios periodistas. Luego viajó a Rusia, donde solicitó asilo temporal y luego permanente. Desde entonces, ha sido acusado de espionaje y robo de propiedad gubernamental por las autoridades estadounidenses, que han pedido su extradición.
Y a 10 años de su filtración masiva, habla de qué le parece la actual tecnología, versus lo que él vivió en 2013.
«La tecnología ha crecido hasta ser enormemente influyente», dijo Snowden. «Si pensamos en lo que vimos en 2013 y las capacidades de los gobiernos de hoy, 2013 parece un juego de niños».
Mirando hacia atrás a 2013, dijo: «Confiamos en que el gobierno no nos jodiera. Pero lo hicieron. Confiamos en que las compañías tecnológicas no se aprovecharan de nosotros. Pero lo hicieron. Eso va a suceder de nuevo, porque esa es la naturaleza del poder».
Sin embargo, Snowden afirma que no está arrepentido para nada de lo que hizo.
El cifrado de extremo a extremo «era un sueño imposible en 2013 cuando la historia se rompió», dijo Snowden. «Una enorme fracción del tráfico global de Internet viajó electrónicamente desnudo. Ahora, es una vista rara».
Pero Snowden está preocupado por los avances tecnológicos que consumen la privacidad. «La idea de que después de las revelaciones en 2013 habría arco iris y unicornios al día siguiente no es realista. Es un proceso continuo. Y tendremos que trabajar en ello por el resto de nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos y más allá».