Para partir con esta nota debemos explicar en breves palabras y cifras lo que es un petabyte. Se trata de una unidad de almacenamiento cuyo símbolo es PB, y equivale a 1015 bytes, es decir, 1,000,000,000,000,000 de bytes. En otras palabras, sería un millón de gigabytes (en realidad 1,048,576 GB). En palabras más sencillas, supone la cantidad de datos que caben en 1,000 unidades de discos duros de 1 TB.
Ya hay varias compañías dispuestas a dar el zarpazo y conseguir el primer disco que pueda guardar esta memoria. Microsoft, Western Digital, Toshiba y Samsung son las que estudian el tema.
Sin embargo, ahora fue el jefe tecnológico de Seagate, John Morris, quien confirmó que el departamento de investigación y desarrollo de la compañía está utilizando cristal como medio para almacenar datos de forma óptica y así lograr el PB.
En declaraciones a IEEE Explore, dijo que “el reto está en desarrollar un sistema que tenga una velocidad de lectura y escritura razonable”.
Según este informe, el almacenamiento se haría al escribir datos en un vidrio, lo que implica enfocar un láser de femtosegundo, que pulsa muy rápidamente, en un punto dentro del vidrio, que es de sílice fundida, el mismo tipo de vidrio extremadamente puro utilizado para el espejo del telescopio espacial Hubble, así como para las ventanas de la Estación Espacial Internacional (EEI).
«El pulso del láser deforma el vidrio en su punto focal, formando una pequeña estructura 3D llamada voxel (es la unidad cúbica que compone un objeto tridimensional). Dos propiedades que miden cómo interactúa el vóxel con la luz polarizada: el retardo y el cambio en el ángulo de polarización de la luz pueden representar juntos varios bits de datos por vóxel», se señala en IEEE Explore.
La lectura de datos desde el cristal requiere una configuración diferente, que es un inconveniente potencial de este método. Los investigadores arrojan diferentes tipos de luz polarizada, en la que todas las ondas de luz oscilan en la misma dirección, en lugar de en todas direcciones, en voxels específicos. Capturan los resultados con una cámara. Luego, los algoritmos de aprendizaje automático analizan esas imágenes y traducen sus mediciones en datos.