La temporada de regreso a clases ya está aquí, y esto significa que la red de tu hogar necesitará manejar más tráfico, especialmente si eres un padre que actualmente trabaja desde casa. Para garantizar que no te encuentres con problemas de congestión en la red, hemos reunido algunos consejos y te decimos cómo optimizar el wifi para ayudarte a hacer que tu red doméstica sea lo más estable y confiable posible en los próximos meses.
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1. Obtén un router multibanda
Si el router que utilizas no ofrece múltiples bandas de frecuencia, entonces te estás perdiendo una de las mejores partes de la tecnología moderna que te puede dar acceso a grandes beneficios, no solo de velocidad, también de seguridad y amplitud.
Mientras que la mayoría de los dispositivos de banda única operan en la frecuencia de 2.4 GHz, los nuevos routers de doble y triple banda proporcionan redes adicionales en la banda de frecuencia de 5 GHz, lo que ofrece una serie de grandes ventajas.
Lo más importante es que las conexiones de 5 GHz pueden transmitir datos más rápido que las de 2.4 GHz, lo que las hace mejores para los hogares donde se realizan muchas actividades de gran ancho de banda, como llamadas de Zoom, juegos en línea y transmisión de video 4K.
2. Coloca tu router de manera estratégica
Sin embargo, el único inconveniente de una conexión de 5 GHz es que una frecuencia alta como esta no atraviesa paredes, muebles y otros obstáculos tan bien como lo hace una de 2.4 GHz. Por eso es importante la ubicación del enrutador. Idealmente, debes colocar el tuyo cerca de tus dispositivos conectados a internet más importantes, lo más alto posible del suelo y en un lugar libre de obstrucciones.
Si lo haces de esta manera, te estarás asegurando de obtener las mejores velocidades posibles para todos tus dispositivos, en especial aquellos que tienen ubicaciones fijas y no pueden moverse hacia donde la recepción es buena como lo hacen los celulares y las computadoras portátiles.
3. Elige tu frecuencia con sabiduría
Para evitar la congestión en tu red, es útil decidir estratégicamente qué dispositivos están conectados a qué frecuencia. Por ejemplo, a menudo es una buena idea colocar todos los dispositivos domésticos inteligentes (timbres de video, altavoces inteligentes, termostatos conectados) en la banda de 2.4 GHz, ya que no se beneficiarán mucho de estar en la banda más rápida de 5 GHz.
Por otro lado, mantenerlos en 2.4 GHz garantiza que tus dispositivos con requisitos de mayor velocidad (computadoras, consolas de juegos, celulares) no compitan por el ancho de banda. Además, debido a que 2.4 GHz atraviesa mejor las obstrucciones, suele ser una mejor opción para los dispositivos de IoT de todos modos, ya que a menudo se extienden por toda la casa.
4. Establecer prioridades de ancho de banda
Para evitar aún más la congestión, también recomendamos encarecidamente que establezcas prioridades de ancho de banda dentro de tus redes. Hacerlo requerirá que profundices en la configuración de tu router y realices algunos ajustes, pero vale la pena el esfuerzo.
Básicamente, estas configuraciones le permiten a tu router saber qué dispositivos priorizar cuando no hay suficiente ancho de banda para todos. Entonces, digamos que estás en una llamada de Zoom con tu jefe, pero tu hijo comienza a jugar Fortnite en línea con sus amigos y, al mismo tiempo, tu pareja empieza a transmitir una película 4K en Netflix.
Si no estableces prioridades de ancho de banda y tu servicio de internet no es lo suficientemente robusto para manejar todas estas solicitudes, tu llamada de Zoom podría comenzar a congelarse o cortarse de manera intermitente. Estas situaciones pueden evitarse al establecer prioridades de ancho de banda y decirle a tu router qué dispositivos o aplicaciones son más importantes.
Luego, en lugar de estrangular tu importante reunión de Zoom, tu router comprenderá que tu conexión no debe ralentizarse y que probablemente solo debería hacer que la película de Netflix de tu pareja sea un poco más larga de lo habitual o bien, que el juego de tu hijo baje unos cuantos cuadros por segundo.
La configuración específica que deberás cambiar variará según el modelo de tu router, pero en términos generales lo que buscas es la configuración de Calidad de servicio (QoS). A continuación, te explicamos cómo encontrar y configurarla en la mayoría de los enrutadores Netgear, TP-link y Linksys. Para otras marcas, por lo general, puedes encontrar orientación al buscar “Configuración de QoS de [marca del enrutador]” en Google.
5. Considera tus velocidades de carga
Tu internet tiene dos transmisiones diferentes: la transmisión entrante (descargas) y la transmisión saliente (cargas), y según el tipo de paquete por el que pagues, esas transmisiones a menudo fluyen a diferentes velocidades.
En términos generales, lo que más preocupa a la gente es la velocidad de descarga, pero ahora que vivimos en la era de la educación y el trabajo remotos, la velocidad de carga es cada vez más importante.
Al igual que las velocidades de descarga afectan la calidad de la imagen y sonido cuando se transmite una película en tu televisor, las velocidades de carga de tu internet afectan la forma en que los demás te ven y escuchan en el otro extremo de tu videoconferencia o juego en línea.
Las velocidades de carga lentas o inestables pueden provocar situaciones como congelación, cortes o distorsión. Si en tu hogar se hacen muchas videollamadas simultáneas y transferencias de archivos grandes, entonces debes asegurarte de que tu flujo de carga esté equipado para manejar todos esos datos salientes sin crear cuellos de botella.
En general, es una buena idea apuntar a aproximadamente 10 Mbps de velocidad de descarga y de 2 a 3 Mbps de velocidad de carga por persona en tu casa, o potencialmente más si deseas o necesitas transmitir en alta definición.
Para saber las velocidades de carga y descarga que estás obteniendo actualmente, te recomendamos que utilice la prueba de velocidad de internet de Ookla.