Los chips que utilizarán las computadoras del futuro podrían estar hechos de miel. Así lo asegura una investigación llevada a cabo por la Universidad Estatal de Washington (WSU), que analiza el futuro de estos componentes y el producto natural.
Los investigadores que formaron parte de este estudio aseguran que este tipo de tecnología podría facilitar el camino hacia una informática sostenible, biodegradable, más rápida y eficiente, tanto como para imitar el funcionamiento del cerebro humano. Este tipo de computación, que se desarrolla para simular las conexiones de nuestro cerebro, se llama neuromórfica.
Para llevar a cabo esta innovadora prueba, los investigadores crearon un circuito y procesaron la miel en una forma sólida, introduciéndola entre dos electrodos de metal. Esta estructura resultante simula lo que podríamos llamar una sinapsis, que es la parte del cerebro que conecta las neuronas y les permite establecer una comunicación entre sí.
Los autores del estudio comprobaron las velocidades de conmutación del circuito y descubrieron que eran comparables con las sinapsis humanas. También pudieron imitar funciones conocidas como plasticidad dependiente del tiempo de pico y plasticidad dependiente de la tasa de pico, que ayudan a aprender y retener información nueva.
Los científicos aseguran que esto sería mucho más rápido que cualquier procesador creado por el ser humano en la actualidad. “La miel no se echa a perder. Tiene una concentración de humedad muy baja, por lo que las bacterias no pueden sobrevivir en ella. Esto significa que estos chips de computadora serían muy estables y confiables durante mucho tiempo”, afirma Feng Zhao, el autor principal de esta investigación.