El ascenso meteórico de las herramientas de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT ha alimentado una amplia gama de temores, desde un aumento de la propaganda indetectable hasta la propagación de discursos racistas y discriminatorios. Los expertos también han dado la alarma sobre posibles pérdidas de empleos, y un nuevo informe expone precisamente cuán desastrosas podrían ser las herramientas de IA para el empleo.
Según Goldman Sachs, se podrían perder hasta 300 millones de empleos a tiempo completo en todo el mundo como resultado de la automatización que ChatGPT y otras herramientas de IA podrían introducir. Eso es tanto como el 18% de la fuerza laboral global.
El impacto se sentirá más intensamente en las economías avanzadas que en las naciones en desarrollo. Esto se debe en parte a que gran parte del riesgo lo enfrentarán los trabajadores de cuello blanco en comparación con los trabajadores manuales. Las profesiones con mayor riesgo incluyen abogados y trabajadores administrativos, mientras que el trabajo físicamente exigente, como la construcción, funcionará mejor.
La situación parece preocupante en los Estados Unidos y Europa, donde el informe estima que aproximadamente dos tercios de todo el trabajo se enfrentará a algún tipo de automatización, mientras que hasta una cuarta parte de todos los trabajos podrían ser manejados completamente por IA.
¿Un riesgo o una oportunidad?
No todo es sombrío. El informe señala que, dado que muchos trabajos solo se verán afectados parcialmente por la IA, este trabajo podría complementarse con la automatización en lugar de ser reemplazado por ella. A largo plazo, la disrupción causada por la IA podría ayudar a crear nuevos empleos y aumentar la productividad de la manera en que otras nuevas tecnologías, como el motor eléctrico y la computadora personal, lo han hecho en el pasado.
Dicho esto, el informe se produce cuando más de 1.000 científicos y líderes empresariales firmaron una carta abierta pidiendo que todo el desarrollo de modelos de IA más avanzados que GPT-4 se detenga durante al menos seis meses. Esto permitiría al mundo establecer salvaguardas para garantizar que las herramientas de IA se utilicen «para el claro beneficio de todos». De lo contrario, sostuvieron los autores, la inteligencia artificial «planteará profundos riesgos para la sociedad y la humanidad».
Lo que parece seguro es que la inteligencia artificial podría poner en riesgo un gran número de puestos de trabajo. La pregunta es si esa interrupción será en última instancia un impulso para los trabajadores, reemplazando el trabajo tedioso y repetitivo y abriendo nuevas oportunidades de trabajo, o una amenaza que deja a todos peor. Como advirtió la reciente carta abierta, las fronteras de la IA son en gran parte desconocidas, sin una guía para navegar por sus muchos peligros potenciales.