El cable ethernet no ha recibido el reconocimiento que se merece. Aunque está presente en todas las conexiones modernas a internet, parecía haber sido relegado a lugares secundarios por tecnologías inalámbricas, que suenan más atractivas para los usuarios.
Sin embargo, producto de la pandemia de COVID-19, este estándar de cableado se ha convertido en un héroe silencioso para millones de personas de todo el mundo: sale al rescate cuando la videollamada de nuestro trabajo se vuelve inestable o cuando los profesores no pueden transmitir una clase remota.
Antes del coronavirus, se estimaba que el mercado mundial de los cables ethernet tendrían un ritmo de crecimiento anual de 13.5 por ciento para alcanzar un valor de $21,000 millones de dólares en 2026. Hoy, esas proyecciones han quedado cortas.
El sueño de la oficina del futuro
Aunque el cable ethernet es el elemento más representativo de esta tecnología, en rigor se trata de un estándar mundial que define las características de cableado y señalización de un tipo de red.
En palabras simples, ethernet es un sistema de cables que permite unir múltiples computadoras, dispositivos y máquinas a través de una red única con el objetivo de interconectarlas para compartir archivos y dispositivos.
Con solo 27 años, el ingeniero electrónico Robert Metcalfe, del Palo Alto Research Center (PARC) de Xerox, comenzó el desarrollo de una tecnología de conectividad a comienzos de la década del setenta como una parte de un proyecto de “oficina del futuro” en el que trabajaba la compañía.
El objetivo era crear una red entre computadoras Alto de Xerox a una velocidad de al menos un megabit por segundo. La idea era que ambos equipos pudieran compartir ficheros e impresoras láser en las que trabajaba la firma.
El proyecto se realizó bajo el nombre de Alto Aloha Network, pero cuando Metcalfe terminó el prototipo el 22 de mayo de 1974 lo cambió por Ethernet, en referencia a una antigua teoría de la física sobre la existencia de un fluido —llamado éter— que permitía el desplazamiento de las ondas electromagnéticas.
En 1976, Metcalfe desarrolló el primer sistema privado basado en ethernet, que permitió una conectividad de 10 Mbit/s. Su trabajo sirvió de base para que en 1983 se creara el estándar de conectividad IEEE 802.3, convirtiéndose en uno de los elementos clave para el despliegue de la World Wide Web (WWW), que llegaría a comienzos de la década del noventa.
Claves de un éxito persistente
Ethernet hoy es una de las tecnologías más estables para la conectividad a internet. Incluso tabletas y teléfonos inteligentes inalámbricos se deben conectar a otros dispositivos, como los routers, que funcionan con cables ethernet.
¿Qué explica que casi medio siglo de su desarrollo esta tecnología siga más vigente que nunca?
- Ofrece mayor velocidad y menor latencia: proporciona más velocidad en comparación con otros métodos, como la tecnología wifi o Bluetooth.
- Alta confiabilidad: se utiliza en diversas industrias y aplicaciones de transmisión, donde la confiabilidad de la conexión es clave.
- Fácil instalación y conexión: es fáciles de instalar y de usar, a diferencia de los problemas que se observan en las tecnologías inalámbricas. Esto se atribuye a que los cables ethernet están encadenados con conectores y adaptadores en T.