La Comisión Europea abrió una investigación antimonopolio contra Google para determinar si la compañía infringió las normas europeas de competencia al favorecer sus propios servicios de tecnología publicitaria en internet y de esta manera perjudicar a proveedores rivales, anunciantes y editores.
Se examinará si la empresa tecnológica distorsiona la competencia al restringir el acceso de terceras partes a datos de los usuarios con fines publicitarios —en páginas web y aplicaciones móviles— y reservarlos para su uso, según señaló en un comunicado el organismo internacional.
“Google recaba datos para usarlos con propósitos publicitarios, vende espacio publicitario y actúa como intermediario en la publicidad en línea. Así que Google está presente en casi todos los niveles de la cadena de suministro para la visualización de anuncios en internet”, señaló la vicepresidenta comunitaria y responsable de Competencia Margrethe Vestager.
A la Comisión Europea le preocupa que Google dificulte que sus rivales compitan en el mercado de tecnologías publicitarias, lo que, de confirmarse, estaría en contra de las leyes comunitarias de abuso de posición dominante y sobre acuerdos anticompetitivos entre empresas.
Por su parte, la compañía dijo que cooperaría con la Comisión Europea para mostrar las ventajas de sus productos publicitarios para las empresas y el público.
“Miles de empresas europeas utilizan nuestros productos publicitarios para llegar a nuevos clientes y financiar sus sitios web cada día”, dijo un vocero de Google.
“Los eligen porque son competitivos y eficaces. Seguiremos colaborando de forma constructiva con la Comisión Europea para responder a sus preguntas y demostrar las ventajas de nuestros productos para las empresas y los consumidores europeos”.