En un comunicado, la empresa coreana afirma que este impacto en las ganancias continuará hasta el primer trimestre del 2017.
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Samsung indica que da a conocer estas cifras para informar sobre el impacto que tendrá la eliminación del Galaxy Note 7 del mercado mundial.
2 trillones serían los ingresos correspondientes que la empresa hubiera tenido en el último trimestre del año, mientras que el trillón restante hubiera sido vendido a principios del próximo año.
La estrategia de Samsung para intentar compensar estas inmensas pérdidas, será enfocarse en el Galaxy S7 y S7 Edge, resaltando sus características de seguridad y asegurándose de que su línea de calidad sea mejorada para recuperar la confianza de los usuarios.
El Galaxy Note 7 fue un celular que fue aclamado cuando salió al mercado. En Digital Trends lo calificamos como el mejor celular del 2016 (aunque el iPhone 7 no había sido anunciado aún).
Samsung pasó de la gloria a la desgracia en pocos días después de que varias unidades empezaran a incendiarse de forma repentina.
Sin saber aún por qué algunas unidades se recalientan e incendian, la empresa tomó ayer la penosa y valiente decisión de descontinuar la fabricación del producto, después de haber insistido en remplazar las primeras unidades vendidas por unas nuevas.
Samsung pensó en un principio que las baterías fabricadas por la misma empresa fueron el problema y que por lo tanto, el 30% de unidades que llevaban una batería de otra compañía no tendrían ese problema.
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Pero las unidades de remplazo tuvieron las mismas fallas. Esperemos que esto sirva de lección para que la industria tecnológica se enfoque más en la seguridad de los celulares mientras intentan innovar a como de lugar.
