Si eres un entusiasta de la tecnología y sueles revisar con cierto detenimiento las fichas de especificaciones de un celular o computadora es probable que hayas notado que cuando damos detalles sobre el procesador de tal o cual dispositivo verás la abreviatura nm, que describe nanómetros. Hablamos del sorprendente OnePlus 12 y su chipset Snapdragon 8 Gen 3 de 4 nanómetros o del fantástico A16 Bionic de Apple, también de 4 nanómetros. Pero, ¿qué son los nanómetros y por qué importan cuando hablamos de procesadores?
Qué son los nanómetros y por qué importan al hablar de procesadores
Para entender qué son los nanómetros hay que entender a grandes rasgos cómo funciona un procesador. Lo haremos de la manera menos técnica posible. Sin embargo, la explicación más breve y concisa sobre qué es un nanómetro es que se trata de una simple unidad de medida que equivale a la mil millonésima parte de un metro. Como referencia, piensa que en un milímetro caben un millón de nanómetros.
Sin embargo, cuando hablamos de nanómetros en un procesador nos referimos al tamaño de sus transistores.
Dentro de un procesador suele haber millones de transistores. Casi por regla general, mientras más pequeños sean los transistores más habrá en un procesador. A grandes rasgos, mientras más transistores tenga un procesador más rápido será.
Tomemos como referencia el Intel Core i7 (Nehalem) de 2008, que se fabricó bajo un proceso de 45 nanómetros para albergar unos 731 millones de transistores. En 2024, el A16 Bionic de Apple, de 4 nanómetros, integra unos 16,000 millones de transistores.
Pero, ¿qué es un transistor?
Grosso modo, un transistor es un dispositivo que modifica, atenúa o amplifica una señal eléctrica. En un procesador, sirven para convertir una corriente eléctrica en código binario: si durante una operación la energía fluye por el transistor el valor será 1, pero si no pasa será 0. Estos 1 y 0 se convierten en una serie de instrucciones para la computadora, celular o dispositivo electrónico.
Aquí es donde entra uno de los factores claves en por qué cada vez escuchamos más y más a las compañías de tecnología hablar sobre la importancia de transistores más pequeños: mientras más pequeños sean más rápido transmitirán la electricidad, y mientras más haya, habrá más flujo eléctirco que pueda traducirse en instrucciones para un dispositivo electrónico.
Volviendo al ejemplo del chipset de Apple, vemos que el A15 Bionic, de 5 nanómetros, integra unos 15,000 millones de transistores. Una generación después, el A16 Bionic se fabrica en 4 nanómetros y alcanza 16,000 millones de transistores.
También, tener procesadores con transistores más pequeños no solo se traduce en una mayor velocidad de cómputo, sino también en chipsets más compactos, lo que a su vez permite desarrollar productos más delgados y livianos.
Por supuesto, lograr que un procesador sea más potente que su generación pasada no involucra solamente más transistores, sino también otros componentes como la memoria o el reloj interno (los gigahercios del procesador) y también aspectos como su eficiencia y consumo energético. No obstante, la próxima vez que veas a un fabricante alardear sobre los nanómetros en su procesador, ya sabes que más es menos.
Por cierto, es probable que dentro de muy poco comencemos a ver los primeros chipsets de 3 nm. MediaTek y TSMC, así como Apple, son algunas de las empresas que estrenarán dentro de poco los primeros procesadores de 3 nm.