Samsung ha recorrido un largo camino en el mundo de los teléfonos celulares. Con una amplia gama de productos, la empresa tiene mucho de qué enorgullecerse en la actualidad. Sin embargo, esta posición de liderazgo no siempre fue la norma para Samsung; en sus primeros días, la compañía enfrentó varios desafíos. Hoy, nos embarcaremos en un viaje al pasado para explorar los primeros pasos del gigante surcoreano en la creación de teléfonos móviles, incluyendo el primer celular Samsung.
El primer celular Samsung de la historia
El legado de innovación de Samsung se remonta a décadas atrás, mucho antes de que el sistema operativo Android viera la luz del día. De hecho, la empresa fue fundada en 1938, aunque en ese entonces ni siquiera fabricaba ni vendía productos electrónicos, esto comenzó en 1969, bajo la filial Samsung Electronics.
El primer producto celular de la empresa fue un teléfono de automóvil bajo el título SC-1000 en 1985, pero no logró ganar tracción debido a problemas de calidad. Tras esto, Samsung Electronics produjo el primer teléfono celular de la compañía: el SH-100. Fue lanzado en el mercado coreano en 1988.
El SH-100 marcó un hito al convertirse en el primer teléfono celular portátil fabricado por Samsung y también en el primer dispositivo de este tipo producido en Corea, ingresando al mercado en una etapa temprana de la historia de los teléfonos móviles.
Sin embargo, en aquel entonces, los teléfonos móviles eran considerados artículos de lujo debido a sus elevados precios, lo que limitaba las ventas de Samsung a unos pocos miles de unidades por generación. A pesar de esto, la empresa continuó innovando y lanzando nuevos modelos anualmente, incluyendo teléfonos de tipo almeja.
Posteriormente, en 1994, Samsung Electronics lanzó con éxito el SH-770, que se destacaba por su diseño más delgado y ligero y se comercializaba bajo la marca “Anycall”. Con una inversión mayor en marketing, Samsung logró ganarse la confianza del consumidor y aumentar su participación en el mercado. Para 1995, más de la mitad de los teléfonos celulares vendidos en Corea provenían de Samsung.
Al año siguiente, la compañía aseguró un contrato de 600 millones de dólares con la compañía de telecomunicaciones Sprint para desarrollar y vender teléfonos móviles con tecnología CDMA en Estados Unidos. Después de consolidarse en ese mercado, Samsung centró su atención en la tecnología GSM y la expansión internacional, desafiando a gigantes como Nokia y Motorola en los principales mercados.
El primer celular Samsung Galaxy (y el primer Android de la compañía)
En 2009, Samsung presentó el primer dispositivo Galaxy impulsado por Android, el Galaxy GT-I7500, marcando un hito en la línea de productos de la compañía. En ese momento, el teléfono insignia de Samsung era el Omnia, seguido por su sucesor que funcionaba con Windows Mobile.
El Galaxy GT-I7500 estaba equipado con una pantalla táctil capacitiva AMOLED de 3.2 pulgadas, ofreciendo una experiencia de visualización premium que lo hacía deseable para los consumidores más exigentes. Sin embargo, su precio cercano a las 500 libras esterlinas reflejaba su posición en el segmento de gama alta.
A diferencia de sus competidores, como HTC y Motorola, que ofrecían interfaces de usuario personalizadas, el Samsung Galaxy GT-I7500 ejecutaba Android 1.5 con mínimas modificaciones, resaltando la experiencia original de Android. Además, el dispositivo estaba impulsado por un chip Qualcomm de 528MHz, proporcionando un rendimiento ágil y una capacidad de respuesta elogiada por los revisores de la época.
Sin embargo, la decisión de ejecutar una versión no modificada de Android también significaba que el Samsung Galaxy original carecía de algunas características clave en comparación con la competencia. Por ejemplo, la funcionalidad de multi-touch, como el pellizco y el zoom, estaba ausente, ya que esta característica no se añadió a Android básico hasta el lanzamiento de la versión 2.0 Eclair.
Los comienzos de la serie Samsung Galaxy S
El primer Galaxy de Samsung fue recibido con entusiasmo y allanó el camino para la serie Samsung Galaxy S, que debutaría solo un año después, en 2010. Esta serie trajo varias mejoras, como un diseño más elegante, un procesador de 1 GHz y una pantalla más grande de 4.0 pulgadas, entre otras características destacadas.
Samsung ha vendido más de 25 millones de unidades del Galaxy S. Aunque la empresa continuó lanzando teléfonos con sistemas operativos que no eran Android durante algunos años, esa práctica llegó a su fin en 2017 con el lanzamiento del Samsung Z4.
El impacto del primer teléfono Android de Samsung perdura hasta nuestros días, ya que las reconocidas pantallas AMOLED producidas por la empresa siguen siendo dominantes en la industria de los teléfonos móviles.
Asimismo, la serie Galaxy S se ha consolidado como una de las líneas de dispositivos más icónicas, comparándose con la emblemática serie iPhone en permanencia. Los éxitos obtenidos con modelos como el Galaxy S24, el último modelo de la serie hasta la fecha, han fortalecido la posición de Samsung como líder indiscutible en el ámbito de los dispositivos Android.