Suhana Mohamad, una residente de 30 años del suburbio de Cheras en Kuala Lumpur, estaba hablando en su dispositivo móvil mientras estaba enchufado a una toma de corriente, cargándose.
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De acuerdo con Kosmo, un portal de noticias de Malasia, esta madre con dos hijos fue entonces electrocutada por el teléfono. Y si la tragedia no podía ser peor, todo ocurrió el día de su cumpleaños.
No se sabe, todavía, qué tipo de teléfono inteligente estaba usando o qué tipo de cargador estaba conectado a la luz, pero es la primera vez que en Malasia un teléfono celular se ha señalado como una de las posibles causas de muerte.
Aunque ha habido otros incidentes relacionados con la explosión de baterías de teléfonos inteligentes, y algunas fugas químicas peligrosas, que una muerte se vincule directamente a un teléfono inteligente es todavía algo extraño.
Uno de estos últimos incidentes ocurrió en julio de 2013, cuando un joven de 23 años de edad, una asistente de vuelo llamada Ma Ailun murió en un incidente similar. Mientras se cargaba un iPhone 5, el teléfono la electrocutó, acabando con su vida en el momento. En este caso, según la agencia de noticias Xinhua, el iPhone fue adquirido de una tienda oficial y el cargador también era de Apple.
En el caso de Mohamad, su marido que es policía la envió al hospital inmediatamente después de que fuera electrocutada, pero el personal médico no pudo salvarla. «La víctima murió mientras la atendían en el hospital y el caso ha sido clasificado como muerte súbita», señaló el subjefe de policía Kajang Supt Mohamad Abdul Ghani Ji en un comunicado.
De acuerdo con un informe de 2013 de la CNN, electrocutarse con teléfonos sigue siendo algo muy poco frecuente. «Hemos visto muy pocos incidentes relacionados con descargas eléctricas o electrocuciones (que impliquen teléfonos celulares),» dijo Scott Wolfson, director de comunicaciones de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EEUU.
«La mayor parte de nuestra atención se ha centrado más en el sobrecalentamiento, el humo o el fuego», añadió. Pero para protegerte, «apégate bien a la compañía que hizo tu teléfono cuando compres piezas de repuesto o recambios», agregó Wolfson.
