La piel artificial es muy utilizada en medicina, pero ¿qué te parece como una funda para tu celular que permita interactuar con él de nuevas maneras? Ese es el objetivo de este singular proyecto denominado Skin-On Interfaces, llevado a cabo por Marc Teyssier de Telecom ParisTech, en colaboración con investigadores de la HCI Sorbonne Université y del CNRS, según publica New Scientist.
Según Teyssier, estas fundas tratan de sustituir la interfaz fría de los dispositivos, como los teléfonos inteligentes, por una versión realista de la piel humana, que es parte de la forma en que las personas interactúan con los demás. El equipo creó dos prototipos, una versión más simple y una versión muy realista.
Esta piel artificial está programada para detectar diferentes gestos como cosquillas, pinchazos y pellizcos y vincularlos con diversas emociones.
Por ejemplo, un ligero toque indica que el usuario desea la atención del teléfono y un agarre fuerte significa que el usuario está enojado. Esto es posible gracias a una capa de alambre de cobre extensible encajado entre una epidermis y una hipodermis de silicona que fue moldeada para que se asemeje a la piel humana. La presión que el usuario aplica sobre la piel cambia la carga eléctrica del sistema.
Teyssier dijo a Gizmodo que comenzó el proyecto sin pensar en ninguna aplicación específica, sino más bien «para proponer un futuro posible con dispositivos antropomórficos».
El investigador también está detrás de MobiLimb, un dedo robótico que se conecta a los celulares para que puedan arrastrarse por una superficie, lo que nos da una idea del tipo de futuro del que está hablando.
Además de una funda para el teléfono, el equipo creó un touchpad y la correa de un reloj inteligente para demostrar las capacidades de las interfaces Skin-On.
El siguiente paso podría pasar por hacer que la piel artificial sea aún más realista con pelo, temperatura e incluso los cambios de textura debidos al sudor o la piel de gallina, lo que puede hacer que tocarlos sea más reconfortante o aterrador, dependiendo de cómo lo mires.