La lucha entre La Agencia Federal de Investigaciones (FBI) y las empresas tecnológicas suma un nuevo capítulo.
Ahora, el FBI está presionando a WhatsApp para que la agencia federal pueda acceder a las conversaciones de los usuarios de la aplicación de mensajería instantánea.
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El problema es que si WhatsApp — una de las apps más usadas en el mundo — habilita un agujero de seguridad para que el FBI pueda revisar las conversaciones que se comparten a través de la aplicación, se corre el riesgo de que otros hackers también hagan lo mismo.
Este tipo de petición del FBI no es nuevo. Tal y como recordamos, el FBI buscó la ayuda de Apple para desbloquear un iPhone que le pertenecía al terrorista de San Bernardino. El FBI abandonó su lucha contra Apple después de que una tercera entidad anónima se comprometió a mostrarles cómo acceder al teléfono móvil.
Por su parte, WhatsApp — propiedad de Facebook — ha reforzado la seguridad que protege los mensajes de sus usuarios. Según la empresa, ni siquiera los desarrolladores de la app tienen acceso a la información que intercambian los usuarios. Ante esto solo queda dos opciones: que WhatsApp cambie el nivel de seguridad de su aplicación o que agentes del FBI aprendan a desbloquear físicamente al móvil que quieren acceder.
Según el FBI, la agencia solo quiere obtener acceso a las conversaciones para evitar ataques terroristas y hacer seguimiento de criminales.
James Comey, director del FBI, se ha quejado de que la tecnología de encriptación está afectando el trabajo del FBI. Sin embargo, aún no ha divulgado que la agencia federal hará con WhatsApp.
La lucha contra el terrorismo acaba de empezar y el FBI sigue abriendo teléfonos móvil de sospechosos. De los 4,000 examinados desde octubre, sólo el 500 no han sido desbloqueados. El debate entre la privacidad de usuarios y la seguridad nacional promete ser extensa.