Las cosas van de mal en peor para Huawei. Solo semanas después de que funcionarios de las principales agencias de inteligencia de los Estados Unidos, entre ellos la CIA, el FBI y la NSA, advirtieron que no se deberían usar dispositivos fabricados por la compañía china, ahora Huawei tendrá que enfrentarse a una investigación del FBI, y por lo tanto, del Departamento de Justicia.
Según un informe del Wall Street Journal, que cita a “personas familiarizadas con la situación”, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos se ha unido a otras dos agencias que investigan a Huawei Technologies Co. por posibles violaciones de sanciones que prohíben las ventas a Irán.
Los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), que es supervisado por el Departamento de Justicia, han estado investigando las transacciones de la compañía con sede en Shenzhen, China, dijeron los informantes. Según uno de ellos, la investigación criminal surgió como producto de una investigación previa, que finalmente dio lugar a sanciones contra otra compañía tecnológica china, ZTE Corp.
En efecto, la mayoría de los problemas de Huawei parecen provenir de situaciones relacionadas con la seguridad. En el 2012, Huawei y ZTE fueron acusados por el Comité de Inteligencia de la Cámara de los Estados Unidos de representar una amenaza para la seguridad nacional de este país, y el gobierno incluso prohibió a las empresas estadounidenses comprar los equipos de telecomunicaciones de la compañía china. El Comité hizo hincapié en que no se refería específicamente a los teléfonos inteligentes de Huawei, pero eso no significa que la reputación de la empresa no se haya visto afectada.
Huawei es actualmente el tercer mayor fabricante de teléfonos inteligentes en el mundo, detrás de Apple y Samsung, pero ha tenido problemas para construir una presencia real en los Estados Unidos. La compañía china ya había estado enfrentando esfuerzos en Washington para reducir aún más sus intentos de expandir sus negocios en este país. Ahora, la investigación del Departamento de Justicia podría incluso afectar sus operaciones en Europa.