Puede que te resulte una sorpresa, pero la certificación IP68 o IP67 de tu celular, esa que lo protege contra al agua y el polvo, se degrada al paso del tiempo, especialmente si realizas cierto tipo de acciones como meter el celular a la ducha mientras te bañas con agua a unos 45 grados (más o menos, no hace diferencia, el punto acá es el vapor de agua). La resistencia al agua de tu celular no durará por siempre, pero con ciertas acciones puedes extenderla.
Pero antes…
¿Cómo funciona la resistencia al agua de tu celular?
Primero, vale hacer una aclaración importante. Siempre que hablemos de certificaciones IP en celulares nos referimos a resistencia a, no a repelencia o incluso ser a prueba de. En otras palabras, decir que un smartphone es a prueba de agua es una imprecisión, por no decir una mentira.
Ahora, las siglas IP significan ingress protection, donde el primer dígito indica el nivel de resistencia al ingreso de polvo y el segundo al ingreso de líquidos. A mayor número, mayor será el grado de protección del dispositivo al agua y polvo.
Aclarado lo anterior, explicaremos a grandes rasgos cómo funciona la resistencia al agua de tu celular. Según explican expertos de Prostech, una empresa que se especializa en crear adhesivos para electrónicos, buena parte de la resistencia al agua y polvo se logra a través de adhesivos colocados en distintas partes de tu celular y que grosso modo crean una especie de sello que impide el paso de líquidos.
Sin embargo, como tu celular tiene varios orificios susceptibles al filtrado de fluidos, por ejemplo el puerto USB o los orificios de los micrófonos, algunos son “sellados” usando pegamento e incluso cinta adhesiva.
Ahora, sin alguna vez has abierto un celular sabrás que la tapa trasera casi siempre está pegada con un adhesivo que solamente puede ablandarse usando una pistola de calor. Bien, pues sobra decir que cuando abres un celular para realizar alguna reparación prácticamente estás anulando el sellado contra el agua y el polvo.
Meter tu smartphone a una piscina con agua clorada, o peor aún, en agua salada, termina por degradar los materiales que mantienen los componentes internos aislados del agua. Un proceso similar ocurre cuando metes tu celular a la ducha, en donde el vapor de agua puede hallar diminutos resquicios para colarse y posteriormente condensarse al interior de tu smartphone, dañando distintos componentes. Esta práctica suele estar detrás de los problemas de audio en los parlantes, y que puede resolverse usando sonidos específicos.
¿Cómo mantener la protección contra el agua de tu celular?
Si bien la degradación de los componentes que mantienen sellado tu smartphone es prácticamente inevitable, puedes alargar su vida útil realizando acciones simples. Desde Samsung emiten algunas recomendaciones, que si bien están orientadas a los celulares Galaxy, valen para cualquier smartphone con certificación IP67 o IP68.
- No sumerjas tu celular en el agua por debajo de 1 metro en el caso de los teléfonos IP67 o por debajo de 1.5 metros en el caso de los teléfonos IP68 durante más de 30 minutos
- No expongas tu celular a agua o líquidos sucios (agua salada, agua de piscina, agua con jabón, aceites, perfumes, protector solar, detergente de manos, químicos como cosméticos, líquidos con contenido de alcohol, etc.)
- No exponga tu celular a una presión de agua alta
- No uses tu celuar a una temperatura anormal como en saunas o baños turcos, ni en lugares con mucha humedad
- No tires, golpees ni impactes de forma alguna el producto
- Usa el pin facilitado para extraer la bandeja de la tarjeta SIM del producto. Al introducirla de nuevo, empújela hasta el fondo para que no queden huecos. Asimismo, no introduzca objetos extraños en la bandeja de la tarjeta SIM ni en los resquicios